"Me he comprado un piso en Móstoles"

Madrileña de pura raza, vino al mundo en la maternidad de La Paz hace 21 años. Pero a Belén Sobesobo Ledesma la llevaron a los pocos días a Móstoles porque su padre, un mozo guineano al que le había tocado hacer la mili en la base aérea de Getafe, se casó con una chica de Jaén que vivía allí. Y no se ha movido de Móstoles.Ahora tiene un novio que trabaja en una empresa de muebles y se ha comprado un piso -en Móstoles, claro- para casarse un día de éstos. A ella se la puede ver cantando y bailando en programas de televisión o en galas veraniegas.

Iba para secretaria, pero soñaba con el mundo del espectáculo. "Me quedaba dormida con la contabilidad; a mí lo que me gusta es bailar y cantar". Belén había comenzado a estudiar baile español en el colegio con un grupo que montó una profesora.

Después le llegó la oportunidad para trabajar en programas como Un dos tres... o Entre amigos. O en desfiles de modelos, cuando las agencias rescatan su book del archivador y marcan su número.

Como en Móstoles la conoce todo el mundo, la chica metropolitana dice que nunca ha sufrido por el color de su piel. Ni en la escuela. "Los compañeros del Un dos tres... me llamaban 'chocolatito', pero sin ninguna maldad".

Belén no había pensado hasta hace poco en la discriminación racial. "En una audición para un trabajo me dijeron que no eran racistas..., pero que no querían personas de color entre los bailarines. Es la primera vez que me pasa".

"Muchos piensan que soy dominicana o cubana, hasta que me oyen hablar sin acento -o con acento de Móstoles, je, je-. Yo soy de aquí. Y mi novio es español, igual que yo".

Belén no sabe cómo se llama el actual alcalde de su ciudad -José Luis Gallego, del PSOE-, aunque recuerda entre risas el lío que se organizó cuando el anterior regidor -José Baigorri- dimitió dos veces antes de ceder el bastón de mando.

"En Móstoles hay polacos, negros, orientales... Se les ve bastante mal, y sus hijos tienen problemas. Veo que muchos desconfían de ellos. Yo nunca me he relacionado con los inmigrantes, pero me han contado que a un chico de color no le quisieron atender unos médicos. No sé por qué no los aceptamos".

"Muchos extranjeros se ofrecen como modelos, bailarines o cantantes y aceptan trabajar por menos dinero que nosotros. Eso influye en su rechazo, pero la culpa es de los empresarios que los contratan".

Belén siempre lleva encima el DNI. "Yo, por ejemplo, he actuado con un grupo de baile brasileño. Era la única española, y cuando viajábamos fuera, los policías se extrañaban de mi pasaporte. Los demás no tenían tanta suerte". ¿Y Guinea? "Nunca he ido allí. Mi país es éste y mi vida está aquí".

Este verano se ha ido de gira con un grupo y canta en festejos canciones de La Década Prodigiosa. "¿Problemas? No. A lo mejor algún pegajoso que se tira al escenario. A mí me dicen barbaridades por la calle, pero supongo que por ser mujer, no por ser negra".