Temor a una reanudación de los combates en Bosnia tras el fracaso de Ginebra
La calma que reinaba ayer en los frentes de Bosnia-Herzegovina, sólo interrumpida por algunos combates esporádicos en el centro y el norte de la república, no mitigaba en nada la convicción general de que la ruptura de las negociaciones de Ginebra hace inminente una violenta explosión de las hostilidades. La lógica militar, primada en las negociaciones, vuelve a tener pleno protagonismo pese a la capitulación política en Ginebra del Gobierno bosnio al aceptar la división de la república según criterios étnicos.
Las afirmaciones hechas ayer por el líder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, de que sus fuerzas intentarán respetar el alto el fuego pese al fracaso de la conferencia de paz, no paliaron los temores de que las fuerzas serbias, agotada su paciencia", lancen un ataque definitivo contra Sarajevo.Es, sin embargo, en los frentes entre croatas y musulmanes en donde se espera un rápido incremento de las hostilidades. Son estos dos contendientes los que tienen más conflictos territoriales aún por dirimir en Bosnia central y en Mostar. Estas pugnas por zonas aún disputadas tienen por escenario en su mayoría la región bajo vigilancia de los cascos azules españoles.
Los mandos de la Agrupación Canarias son conscientes de que las últimas semanas de su presencia en Bosnia pueden convertirse en las más duras. La Agrupación Madrid de la Brigada Paracaidista entrará a finales de este mes en una región profundamente desestabilizada, tanto en sus frentes como en las retaguardias.
Las fuerzas serbias de Radovan Karadzic pueden, mientras tanto, presentarse como la parte dialogante a la espera de que los otros contendientes "se avengan a razones". Como decía ayer el subjefe de la misión civil de la ONU en Bosnia-Herzegovina, Cedric Thornberry, "los serbios están en una gran danza de relaciones públicas". No les es dificil ahora.
Conseguidos sus principales objetivos en esta primera fase de la contienda, que eran la liquidación de Bosnia como Estado multicultural, la creación de un Estado serbio en Bosnia ya étnicamente homogéneo y la continuidad territorial entre sus conquistas en Croacia y Bosnia y la propia Serbia, a los serbios les basta con esperar.
Sólo han de fortalecer sus posiciones allá donde éstas sean menos sólidas, como en el corredor de Brcko, con ofensivas de baja intensidad que no alarmen a la opinión pública mundial. La gran tentación de las fuerzas serbias, sin embargo, podría estar en la prisa de algunos de sus líderes militares por completar operaciones que los estadistas han dejado para más adelante, como la conquista de Sarajevo.
Mientras, las fuerzas españolas intensificaron ayer su presencia en toda la zona, en lo que parece un intento por mejorar las perspectivas de un acuerdo local sobre la zona de Mostar, ahora más necesario que nunca tras el fracaso de Ginebra. Blindados de la Agrupación Canarias patrullaron ayer por Mostar, tanto en la parte musulmana como en la croata, así como en la región de Konjic hacia Jablanica, otra de las zonas en las que la intensificación de los combates es más probable
Un 'numerito' humanitario
El drama humanitario causado por la guerra en Bosnia ha movilizado a mucha gente en todo el mundo. Junto a personas y organizaciones que derrochan sacrificio y esfuerzos, han acudido a la zona de guerra aventureros e iluminados, así como ególatras con afán de protagonismo.Las tropas españolas han sido ahora víctimas de las maniobras del más notorio ejemplar de aquellos especializados en acciones siempre más espectaculares que prácticas. Se ganó la enfermera Sally Becker la semana pasada la simpatía de los medios sensacionalistas británicos con la evacuación de cinco niños desde la parte musulmana de Mostar. Que esta operación pudiera realizarse gracias a que un soldado español condujo la ambulancia por Mostar de noche bajo el fuego se le olvidó a Becker al explicar su gesta a las televisiones británicas.
Hace dos días, la heroína se presentó de nuevo ante el cuartel de Medjugorje pidiendo ayuda para la evacuación de dos mujeres, un hombre, un niño y un bebé. Para entonces ya estaba claro que ni el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ni la Cruz Roja querían saber nada de sus actividades de francotiradora. Becker acudió con algunos medios británicos, entre ellos Sky News Television.
Los mandos españoles le hicieron saber que se negaban a dejarse embridar en las aventuras que ella tuviera a bien lanzar sin consulta previa. La recomendaron ingresar a los cinco refugiados en instalaciones hospitalarias croatas, ya que el cuartel de Medjugorje no dispone de los medios necesarios.
Becker -que anduvo por la región con pistola Y, según sabe EL PAÍS, ofreció información militar a diversas partes en este conflicto a cambio de ayuda logística, munición y otros favores- montó entonces un escándalo ante la televisión allí convocada, acusando a los cascos azules españoles de crueldad y negación de asistencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Yugoslavia
- Diplomacia
- Misiones internacionales
- Política defensa
- Guerra Bosnia
- Acnur
- Serbia
- Ejército español
- Contactos oficiales
- Negociaciones paz
- Fuerzas armadas
- Incidentes
- Armas nucleares
- Bosnia Herzegovina
- Relaciones internacionales
- Reino Unido
- Proceso paz
- Política exterior
- ONU
- Europa occidental
- Armamento
- Sucesos
- Guerra
- Defensa
- Europa