índice remolón
Llegó, por fin, el esperado recorte de rentabilidades en la deuda pública. Pero el mercado, que tanto lo había esperado y tanto lo había esgrimido como explicación para la escalada del índice, demostró que había descontado sus efectos desde mucho antes. La sesión abrió en Madrid a la baja. Cuando ya perdía más de un punto, la noticia de que el Tesoro bajaba 1,2 puntos el tipo de la deuda a largo plazo consiguió que el índice recuperase lo que había cedido y ganase otros 1,22 puntos. Y eso fue todo. Cerró a 296,31 y demostró que la del 300% es una barrera algo más que psicológica, de nuevo. La subasta de certificados de depósito que hoy celebra el Banco de España puede devolver el nervio al mercado.
También quedó claro que hay muchas posiciones a corto, que poca gente piensa a medio o largo plazo, y que el nivel, tan alto, y la subida, tan rápida, provocan mucho nerviosismo. Tras la recogida de beneficios del miércoles, el índice de ayer no hizo más que remolonear alrededor del 295,5.
El volumen negociado -28.124 millones de pesetas-, aunque notable, vuelve a descender. Lo que hace presagiar que quizá algunos fondos de inversión, extranjeros y nacionales, estén ya cerca del límite de sus posibilidades.
El índice FT de Londres cerró la sesión con una pérdida de 12,5 puntos, un 0,40%, y se estableció en los 3.072,6 puntos. En Franfort, el índice DAX subió 7,04 puntos para cerrar a 1,925,62, pero el negocio fue escaso. Al final de la sesión, Wall Street perdió 19 puntos para cerrara 3.626,10 puntos.
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