La conclusión del mapa genético del virus de la viruela apoya su destrucción a final de año
Crece la polémica científica sobre la conveniencia de acabar con las últimas muestras
La suerte de uno de los mayores asesinos de la humanidad, el virus de la viruela, estaba echada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 31 de diciembre de este año como fecha límite para la destrucción simultánea de las únicas muestras conocidas del virus, celosamente guardadas en Moscú y Atlanta (EE UU) en nitrógeno líquido. Sin embargo, no todos los científicos aceptan la decisión de eliminar deliberadamente una especie, a pesar de que dos investigadores estadounidenses acaban de anunciar que han terminado su tarea de descifrar completamente la estructura molecular del virus, requisito establecido por la OMS. La enfermedad fue erradicada oficialmente en 1977.
Si se destruyen los virus congelados en la fecha prevista será la primera vez que la humanidad causa voluntariamente la extinción de una especie. La secuencia completa del virus permite disponer de su información, aunque sea extinguido, y utilizar sus proteínas en caso de que resulten útiles en el futuro, pero no es exactamente lo mismo que tener el virus. Además, falta que los rusos terminen por su parte la secuenciación de sus muestras.El hecho de que sea una acción sin posible vuelta atrás es lo que está provocando una polémica de última hora. Cuando sólo quedan 18 semanas para la fecha límite de la destrucción, mediante calentamiento en autoclave, empiezan a surgir opiniones que abogan por un retraso en la ejecución. En un congreso de virología celebrado este mes en Glasgow (Reino Unido) se ha producido el primer debate sobre el tema.
Decisión política
"No hay duda de que el virus va a ser destruido", ha señalado Yuri Ghendon, un experto de la OMS que trabajó antes en el instituto moscovita donde se guarda parte de las muestras. "La cuestión es si este es el momento adecuado. Los argumentos de ambas parte son muy importantes y sólidos". Según Ghendon, la OMS querría convocar una reunión en diciembre para evaluar el progreso en la secuenciación de los virus y reconsiderar si es necesario la decisión de destruirlos, pero no tiene dinero para ello.En el Centro para el Control de Enfermedades en Atlanta, donde se guarda la otra parte de los virus, la versión oficial es que se va a respetar la fecha límite. Sin embargo, su director en funciones, Walter R. Dowdle, ha señalado: "Debo decir que puede que lo tengamos que retrasar".
La decisión puede venir al final de la Casa Blanca y tener tintes políticos más que científicos. Un obstáculo para respetar la fecha límite es que las muestras que se guardan en Estados Unidos proceden también de otros tres países: Reino Unido, Dinamarca y Japón, y la situación es semejante en Rusia. Estos países no han dado todavía su permiso para destruir sus muestras.
Muchos científicos dudan también de que los almacenados en EE UU y Rusia sean los únicos virus que queden. Existe el peligro de que algún país guarde muestras para su utilización como arma biológica.
La decisión de concentrar las muestras en dos únicos depósitos se produjo tras morir por contaminación accidental una fotógrafa científica y resultar contagiada su madre en el Reino Unido en 1978. Además, se suicidó el director del laboratorio donde se produjo el caso.
La secuenciación de cuatro tipos del virus de la viruela fue establecida como requisito por la OMS y ha sido uno de los primeros virus de los que se conoce el genoma completo. Pero los primeros resultados, obtenidos por Craig Venter y Joseph Esposito, han dado argumentos a los que se oponen a destruirlo. Dicen que la técnica está en su infancia y que el virus puede resultar incluso un arma en la lucha contra el sida, dada su extraordinaria agresividad y el hecho de que también se propague únicamente entre humanos.
Reconstrucción
Algunos científicos argumentan que publicar la secuencia completa del virus, como pretenden hacer los investigadores estadounidenses, es dar datos a cualquier gobierno u organización terrorista que quiera reconstruirlo en el futuro, cuando la ciencia haya avanzado lo suficiente para conseguirlo.La viruela, una enfermedad que se contagiaba como un resfriado y daba lugar a una característica erupción y muchas veces la muerte, tuvo su primera víctima ilustre en el faraón Ramses V en el año 1157 antes de Cristo. Causó una gran mortalidad entre los indígenas durante la conquista primero española y luego inglesa del Nuevo Mundo. La vacuna la obtuvo el inglés Edward Jenner en 1796. En 1977, cuando se declaró erradicada la viruela, la OMS recomendó que se suspendieran las vacunaciones pero se han seguido haciendo en el Ejército estadounidense hasta el año pasado y se siguen haciendo en el israelí.
La mayor parte de la población mundial, sin embargo, estaría desprotegida frente a un nuevo brote, aunque es posible guardar sin riesgo muestras de la vacuna contra la viruela, ya que se obtiene a partir de otro virus, el de la viruela vacuna, que dió nombre a las demás vacunas.
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