El presidente Elchibéi, sometido al voto de confianza de los azerbaiyanos
Más del 90% de los azerbaiyanos con derecho a voto participó ayer en el referéndum que somete al presidente Abulfaz Elchibéi a la confianza de sus conciudadanos. Elchibéi huyó de Bakú, la capital, a mediados de junio y se encuentra refugiado en su aldea natal de Kalaki, en la república autónoma de Najicheván. El plebiscito ha sido impuesto por Heydar Alíyev, jefe del Parlamento y nuevo hombre fuerte de esta república transcaucásica, que espera obtener con la derrota de Elchibéi su propia legitimación.
Según todos los pronósticos, el referéndum será desfavorable para Elchibéi y servirá como repaldo al nuevo régimen presidido por Alíyev, viejo zorro de la política soviética. En tiempos de la URSS, Alíyev ya fue dirigente máximo de Azerbaiyán en su calidad de jefe del Partido Comunista y posteriormente pasó a trabajar a Moscú como miembro del Politburó y primer viceprimer ministro de la URSS.Con la llegada de Mijaíl Gorbachov a la cabeza del Estado soviético, Alíyev cayó en desgracia y fue jubilado en 1987. Pero en 1990 regresó a la política, al ser elegido diputado del Parlamento de Najicheván, su tierra natal, y, al año siguiente, presidente del mismo.
Elchibéi -cuyo verdadero apellido también es Alíyev- llegó a la jefatura del Estado el verano del año pasado, como candidato del nacionalista Frente Popular en las elecciones generales celebradas después de la fuga del presidente Ayaz Mutalíbov. La popularidad de Elchibéi fue disminuyendo debido a las derrotas sufridas frente a los armenios del Alto Karabaj y a la caída del nivel de vida de la población.
El colapso se produjo después del sangriento enfrentamiento a principios de junio entre las tropas gubernamentales y las del coronel rebelde Surat Hüseynov, a quien Bakú quería someter. Cuando los hombres de Hüseynov avanzaban sobre Bakú, Elchibéi pidió auxilio a su paisano Heydar Alíyev -bajo cuyo régimen había sido encarcelado en 1975-, a quien llamó a la capital e hizo elegir jefe del Parlamento, coronando así el regreso triunfal del antiguo líder comunista. A los pocos días Elchibéi huyó y Alíyev se puso de acuerdo con Hüseynov, que se convirtió en primer ministro.
Nadie duda de que la mayoría de los electores votó en contra de Elchibéi. La esperanza del pueblo azerbaiyano ahora está puesta en Heydar Alíyev, el político más experimentado de la república, según reconocen incluso los diplomáticos occidentales que hasta el momento se han negado a darle su apoyo oficial.
El principal problema del nuevo régimen es detener la guerra con los armenios del Alto Karabaj, quienes últimamente han obtenido importantes victorias en el sur de Azerbaiyán y amenazan con llegar a la frontera iraní. Los últimos combates han convertido a cientos de miles de personas en refugiados.
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