Las bibliotecas francesas serán accesibles desde los domicilios
El contenido de las bibliotecas francesas será accesible en diez o veinte años desde cualquier domicilio del país vecino que disponga de un ordenador conectado a la Biblioteca Nacional de París. "En 1996 los catalógos de las bibliotecas francesas estarán informatizados de forma que desde cualquier biblioteca del país se pueda conocer dónde están los libros y reservarlos con tiempo para su lectura", explica Dominique Jamet, presidente de la nueva Biblioteca Nacional de Francia que abrirá en 1996.Jamet hizo estas declaraciones antes de la XX Reunión de directores de Bibliotecas Nacionales, que cerró ayer el congreso de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios que se ha celebrado esta semana en Barcelona.
La creación de una gran biblioteca de Francia es una de las grandes obras de Estado impulsadas por el presiente François Mitterrand, que decidió acometer el proyecto en 1990, cuando comenzaron las obras del nuevo edificio. La biblioteca, que tendrá una capacidad para acoger hasta 2.300.000 visitantes por año, ocupa un espacio de siete hectáreas y media, y se extiende 380 metros a lo largo del río Sena, al este de París.
"La intención era realizar una gran biblioteca, abierta a todos, que pusiera al alcance de los usuarios toda la tecnología moderna y que abarcase todas las disciplinas", explica Jamet. Esta iniciativa levantó polémica en Francia por la oposición de algunos académicos al cierre de la actual Biblioteca Nacional.
Fondos especializados
"La actual Biblioteca Nacional de Francia sólo ofrece información sobre historia y literatura, y su acceso está reservado a los investigadores", señala el director de la nueva Biblioteca Nacional. En 1989 se decidió que todos los libros se trasladarían a la nueva sede, pero que se conservaría la actual como biblioteca especializada en historia del arte, área que incluye el cine, el teatro y la música. Ambas bibliotecas, la vieja y la nueva, serán una única institución: la Biblioteca Nacional de Francia, que tendrá un presupuesto anual de 20.000 millones de pesetas, un 8% del presupuesto anual del Ministerio de Cultura francés.El nuevo edificio, obra del arquitecto Dominique Perrault, está formado por cuatro torres -unidas entre sí- de 80 metros de altura que rodean un jardín. Una vez finalizadas las obras, el edificio podrá albergar 18 millones de documentos.
Cada torre tendrá cuatro plantas repartidas entre biblioteca y almacén de documentos. La biblioteca pública, ubicada en la primera planta, estará abierta a toda persona mayor de 18 años, tras la adquisición de una tarjeta de acceso que costará 7.000 pesetas al año. Esta biblioteca ofrecerá 1.556 puestos de lectura, una colección de 400.000 volúmenes y de 5.000 periódicos diferentes, así como documentos microfilmados, fondos numerados y audiovisuales.
Babelia
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