Ejecutivos de varios bancos públicos roban al Estado chino casi cuatro billones de pesetas en año y medio
Empleados y ejecutivos de varios bancos públicos lograron robar al Estado chino un total de 28.000 millones de dólares (más de 3,8 billones de pesetas) en los últimos 18 meses, de los que 10.000 (más de 1,3 billones de pesetas) se hallan fuera del país, según revela un informe secreto del Banco de China (banco central del país), hecho público ayer por el diario de Hong Kong South China Morning Post. La estafa, que resulta ser el mayor escándalo financiero jamás acaecido en el país, involucra a más de un centenar de ejecutivos, de los que unos ochenta han logrado escapar del alcance de las autoridades chinas.Todos los empleados siguieron la misma estrategia para hacerse con tan fabulosa cantidad de dinero: creaban una empresa ficticia con representación en el extranjero, a la que transferían enormes sumas en concepto de préstamos. Luego, llegado el momento adecuado, los funcionarios corruptos viajaban al sur de China, a la colonia británica de Hong Kong o a la portuguesa de Macao, desde donde volvían a transferir el dinero a un tercer país. El último paso consistía en hacerse con un pasaporte de EE UU, Australia o algún país sudamericano para luego desparecer sin dejar rastro.
El descubrimiento de la trama ha sido posible con la llegada hace un mes del viceprimer ministro Zhu Rongji como principal responsable de la economía de China Popular. Zhu Rongji, que fue nombrado para atajar la creciente corrupción que viene padeciendo el país, impuso una serie de medidas para supervisar las actividades de los bancos, que hasta ese momento habían tenido las manos libres para efectuar cualquier tipo de operación sin control alguno por parte de las autoridades.
La información de la prensa de Hong Kong coincide en el tiempo con las declaraciones hechas el pasado sábado por el presidente del Partido Comunista Chino, Jiang Zeming, el cual anunciaba el inicio de una gran campana anticorrupción de ámbito estatal.
Mientras el Gobierno chino se negaba ayer a efectuar cualquier tipo de declaración, un portavoz del Banco de China desmentía la existencia del escándalo que revela el diario. Según el periódico, las autoridades han tratado de mantener el secreto para evitar toda repercusión en la maltrecha economía del país.
Las opiniones se hallan divididas en cuanto a la credibilidad de la noticia: si bien varios analistas coincidían ayer en que las revelaciones del diario suponían "un duro golpe para la economía china", algunos responsables de. bancos extranjeros en Pekín afirmaban mostrarse incrédulos frente a la magnitud de las cifras barajadas. "Aunque no me pueda creer que la cantidad estafada ascienda a 28.000 millones de dólares, cuando el río suena agua lleva", comentaba el responsable de un banco europeo afincado en la capital del país.
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