Hora de decisiones valientes en España
(...) Felipe González no puede ya utilizar el tratado de Maastricht como excusa para una mayor austeridad, pero sigue empeñado en que España se enganche al resto de la Comunidad Europea. Ello implica tipos de interés más bajos para hacer que la economía vuelva a crecer.El Banco de España recortó su tipo principal de intervención al 10,5% a principios de mes, pero ha señalado que un descenso ulterior dependerá del acuerdo salarial y de un rápido esfuerzo en la reducción del déficit público. ¿Puede forzar González un compromiso? Probablemente no, dicen los escépticos, que recuerdan cómo la última vez que intentó llegar a un pacto salarial, en 1991, los sindicatos abandonaron las conversaciones. Pero ahora la situación es más dura. El elevado desempleo y las amenazas de que las empresas trasladen sus centros de producción a países más baratos, como Marruecos, deberán acercar a los sindicatos a un compromiso.
Además, González negocia desde una posición de fuerza. Su victoria en las urnas le confiere autoridad para dirigir la economía y deberá ayudarle también a apaciguar al ala izquierda de su partido socialista, que tradicionalmente se ha opuesto a los planes de austeridad, aunque algunos temen que Serra (...) pueda dar cancha a hombres de ese ala izquierda que favorecen las anticuadas recetas de crecimiento impulsado por el Gobierno.
21 de agosto
