Un ganadero se desprende de sus rebaños para dedicarse a la cría del avestruz
Salvador Moreno tiene una granja cerca de Moraleja de Enmedio (1.600 habitantes), a poco más de 40 kilómetros de Madrid. Pero no es un ganadero corriente. En su finca -una explotación e casi 30 hectáreas- ya no quedan vacas ni ovejas. Allí se crían 30 avestruces, con los que pretende revolucionar el panorama agropecuario español mediante la reproducción de estas aves. Según él, es algo "corriente" en Europa y en Estados Unidos.Un amigo le proporcionó la idea y, al sopesar las posibilidades, Moreno se puso en marcha. Compró primero 30 ejemplares originarios de Namibia a un safari park madrileño, y el pasado 28 de julio consiguió traer otro centenar -pagó más de 30.000 pesetas por pieza- de Zimbawe.
El ganadero pretende reunir unos cuatro mil avestruces y vender su carne -parecida a la de la ternera y sin colesterol, según dice- y su piel, que sirve para confeccionar bolsos y zapatos.
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