Yeltsin insiste en que habrá elecciones en otoño y Jasbulátov lo niega

El presidente ruso, Borís Yeltsin, insistió ayer en que convocará elecciones legislativas el próximo otoño y afirmó que tiene un plan de acción que se extenderá hasta mediados de noviembre. Además renovó sus ataques a los diputados y señaló que las actividades de éstos constituyen una amenaza a la seguridad nacional del país. La reacción de Ruslán Jasbulátov, jefe del Parlamento y principal opositor de Yeltsin, no se hizo esperar: "No habrá elecciones este otoño". Simultáneamente, unos 2.000 comunistas se reunían ante la Casa Blanca, sede del Parlamento y de la resistencia al golpismo hace exactamente dos años.

"Todavía es posible un retroceso, un golpe reaccionario", dijo ayer Yeltsin en una conferencia de prensa con motivo del segundo aniversario de la intentona golpista perpetrada por altos cargos de la desaparecida URSS. "Pero tampoco esta vez Rusia y sus ciudadanos permitirán el triunfo del golpe", añadió, antes de lamentar que los culpables aún no hayan sido condenados.Yeltsin acusó al Parlamento de ser "un factor de desestabilización" y de "realizar esfuerzos colosales para bloquear el proceso constitucional". "La conclusión es una", señaló, "la actividad del Parlamento tiene ahora un carácter antipopular, y cada día más representa una amenaza para la seguridad deRusia. Da un golpe tras otro contra los fundamentos del Estado ruso y desacredita al mismo poder legislativo. Es lamentable que la Casa Blanca [sede del Legislativo] se haya convertido en fortaleza de las fuerzas revanchistas".

El presidente insistió en que convocará a elecciones parlamentarias anticipadas. "Considero", indicó, "que así se puede salir de la situación de dualidad de poderes y de la gravísima crisis política".

El plan de acción del presidente incluye lo que queda de agosto para la "preparación artillera" del terreno, septiembre como mes decisivo, octubre "y quizá parte de noviembre".

Es verdad que la petición al Parlamento de que convoque elecciones "será rechazada", dijo Yeltsin, quien añadió que había "planeado y calculado los próximos movimientos". Contrariamente a lo que dicen las últimas encuestas, el presidente considera que la participación en estas nuevas elecciones será alta, ya que "los empresarios se han convecido de que la política les molesta, y por eso querrán participar y tomar el poder".

Rechazo de la iniciativa

La idea de adelantar los comicios fue categóricamente rechazada ayer, una vez más, por el presidente del Parlamento, Ruslán Jasbulátov. También las fuerzas centristas, agrupadas en el bloque Unión Cívica, condenan la iniciativa.Mientras tanto, el vicepresidente de la República, Alexandr Rutskó1, desmintió ayer tener algo que ver con una cuenta bancaria en Suiza, a la cual -según informó el miércoles la Comisión Interministerial para la Lucha contra el Crimen y la Corrupción (CILCC), que encabeza Yeltsin- varias empresas desviaron supuestamente "grandes sumas de dinero estatal".

Rutskói dijo que todas las acusaciones son falsas. "Se trata de una falsificación premeditada", indicó. "Como ciudadano de Rusia daré los pasos correspondientes ante la justicia para defender mi honor y dignidad", dijo Rustskói en un documento divulgado ayer en Moscú.

Para el vicepresidente, esta provocación" demuestra que su lucha "contra la corrupción en las altas esferas del poder ha afectado sensiblemente los intereses de aquellos que quisieran continuar robando impunentemente a Rusia".

Rutskói encabezaba hasta hace unos meses la lucha contra la corrupción, pero después de que a mediados de abril hiciera un informe ante el Parlamento en el que implicaba en acciones ilegales a una serie de colaboradores de Yeltsin éste le destituyó.

La CILCC señaló el miércoles que pedirá al Tribunal Constitucional que se pronuncie sobre la conducta de Rutskói, y al Parlamento, que destituya al fiscal general, Valentín Stepankov, a quien se acusa de ser el culpable de la envergadura que han adquirido la corrupción y la criminalidad.