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La tutela de la ONU sobre Sarajevo tendrá una duración máxima de dos años

Los líderes de las tres comunidades de Bosa, el musulmán Alia Izetbegovic, el serio Radovan Karadzic y el croata Mate Boban, acordaron ayer en Ginebra los detalles del plan de desmilitarización de Sarajevo aprobado el pasado lunes. La capital bosnia, que quedará bajo la tutela de las Naciones Unidas por un periodo de hasta dos años, estará regida por un representante de la ONU apoyado por un consejo consultativo formado por representantes de todas las comunidades étnicas. Al mismo tiempo que se hacía público el acuerdo, la Fuerza de Protección de la ONU en Sarajevo denunciaba que las milicias serbias no han completado su retirada del monte Igman, tal y como habían asegurado.

Según el proyecto acordado ayer, Sarajevo, sometida a un duro cerco desde hace 16 meses por las milicias serbias, queda bajo el gobierno de la ONU en tanto se decida su futuro estatuto. En este periodo, que puede llegar a los dos años, la ciudad estará desmilitarizada. Un responsable de la ONU aseguró anoche que esperaba que al acabar este plazo, "el tiempo habrá cicatrizado las heridas".El texto, que sólo entrará en vigor una vez que se haya alcanzado un acuerdo global sobre el conflicto de Bosnia-Herzegovina, prevé la creación de un "distrito de Sarajevo", cuyas fronteras serán determinadas por una comisión ad hoc, que tendrá que decidir de manera específica sobre la inclusión en el distrito de varias zonas hoy en disputa. Las nueve municipalidades en las que se dividirán la capital y su región -la décima, la de Pale, convertida en capital de los serbios bosnios, queda fuera del acuerdo- recibirán poderes locales, pero quedarán bajo la autoridad de un administrador de la ONU.

Este administrador, directamente nombrado por el secretario general de las Naciones Unidas, será asesorado por una "comisión consultativa local" compuesta por 5 musulmanes, 3 serbios, 2 croatas y 1 representante de las demás minorías. La comisión adoptará sus decisiones por consenso.

Entre los poderes de las nueve municipalidades figura el de crear su propia policía local, que debe ser "étnicamente equilibrada". Estos cuerpos de seguridad estarán bajo el control de una policía, también civil, nombrada por la ONU y encargada de impedir cualquier limpieza étnica y de luchar de manera general contra las violaciones de los derechos fundamentales. El acuerdo también especifica que los refugiados y personas desplazadas por el conflicto tendrán derecho a volver a sus hogares, y prevé la creación de una comisión encargada de velar por el respeto de los derechos humanos.

Casi al mismo tiempo que el portavoz de la conferencia de Ginebra, John Mills, hacía público el acuerdo, otro portavoz, el de la Fuerza de Protección de Naciones. Unidas (Unprofor) en Sarajevo, Barry Frewer, afirmaba que las tropas serbias no han completado su retirada del monte Igman, lo que contradice de lleno las declaraciones del líder serbio bosnio, Radovan Karadzic.

Frewer añadió que algunas de las unidades serbias ni siquiera habían recibido órdenes de abandonar sus posiciones. El portavoz no quiso detallar el número de combatientes que todavía siguen en el monte, pero el vicecomandante del Ejército bosnio, Jovan Divjak, dijo que por lo menos había 250 hombres y más escondidos en los bosques. Divjak añadió que los serbios siguen enviando tropas hacia el enclave de Gorazde, en Bosnia oriental, y hacia Konjic, en el centro del país.

Avance y estancamiento

El avance logrado en las discusiones sobre Sarajevo contrasta con el estancamiento que sufren las conversaciones bilaterales entre musulmanes y croatas. Izetbegovic exigió ayer la entrada de ayuda humanitaria en Mostar, la capital de Herzegovina, sitiada por los croatas, como condición previa para proseguir las conversaciones sobre el futuro de esta ciudad, que los croatas de Bosnia desean convertir en capital de su futura república. El presidente de Bosnia ha denunciado en reiteradas ocasiones la limpieza étnica contra la población musulmana de esta ciudad.

Por otra parte, la OTAN procedió ayer a su primer ejercicio de apoyo aéreo en Bosnia, incluyendo bombardeos simulados contra objetivos terrestres, en la zona de Bihac, en el norte de Bosnia, según informó ayer en Zagreb, la capital croata, la Unprofor.

La libre circulación de convoyes es la prioridad de la Unprofor

ENVIADO ESPECIALLa apertura de rutas terrestres hacia Sarajevo de cara al próximo otoño y la libre circulación de convoyes de ayuda humanitaria por todo el territorio de Bosnia-Herzegovina se han convertido en la máxima preocupación de los responsables de las fuerzas de la ONU en la exYugoslavia (Unprofor).

En la reapertura de los corredores terrestres juegan un papel decisivo los cascos azules españoles de la Agrupación Canarias, integrada por 1.100 soldados y que negocia con croatas, serbios y musulmanes los altos el fuego entre sus respectivas fuerzas, así como compromisos de reparación de puentes y carreteras que permitan comunicar -la costa Adriática con Sarajevo.

El general Luis Felíu, segundo jefe de las fuerzas de Unprofor en toda Bosnia Herzegovina, mostró ayer su confianza en que el llamado corredor del río Neretva pueda estar libre para la circulación en una fecha próxima.

Entretanto, los responsables de Unprofor tratan de reforzar el paso de caravanas con alimentos y medicinas hacia la capital bosnia desde Vitez, cuartel general de los cascos azules británicos, en la zona norte, y desde Belgrado, la capital serbia. Sin embargo, estos convoyes sufren frecuentes ataques por parte de milicianos de uno y otro bando.

Por otra parte, la reciente ofensiva musulmana en el área de la ciudad de Mostar, capital de la Herzegovina, con el fin de apoderarse del sector occidental de la región, bajo control croata, constituye el obstáculo fundamental para asegurar el libre tránsito de ayuda humanitaria en todo el centro y el sur del país.

Ni las patrullas de la Agrupación Canarias ni los camiones del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han podido entrar en Mostar en las últimas semanas.

El impresionante deterioro de los suministros y de las condiciones de vida ha provocado la aparición de un extendidísimo mercado negro, en el que están incluso incluidos algunos soldados de las fuerzas de las Naciones Unidas.

Dos cascos azules de nacionalidad ucrania fueron detenidos ayer por la policía militar, acusados de traficar con tabaco rubio en Sarajevo. Los cigarrillos se han convertido en una moneda de cambio casi tan importante como el dólar o el marco alemán, y muchas pequeñas transacciones comerciales se pagan ahora con cartones de tabaco norteamericano.

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