A propósito de ciertas prevenciones
La obsesión del actual Papa condenando el uso de los preservativos me recuerda el pasaje de Roma, Nápoles y Florencia en el que Stendlial cuenta que, según relato de un joven cura, en 1796 y en los Apeninos, se consideraba una impiedad la instalación de pararrayos protegiendo las casas, porque suponía una oposición a la voluntad de Dios.-
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