Emergencia nacional

Felipe González ha calificado la situación de "emergencia nacional" (EL PAÍS de 30 de julio). González no ha dicho en qué consiste la "emergencia". La verdad es que no se ven demasiados síntomas de dicha "emergencia" o de una situación crítica. Hoy, día 30 de julio, salen más de ocho millones de veraneantes que gastarán millones de litros de gasolina y que dejarán en la carretera un buen número de heridos y muertos.La gente no habla de "emergencia". Se oyen comentarios sobre las variaciones en lugares diferentes del litoral o de la montaña. Muchos se marchan por Europa, y otros por países exóticos como Tailandia o Andorra. Siguen las corridas de toros y las fiestas populares. En El Escorial se reúnen ínclitos intelectuales y políticos para dar doctas conferencias entreveradas con veladas gastronómicas y coyunturales intentos de ligue. La familia real se prepara en Baleares para disfrutar de su deporte favorito, como son las regatas de vela. Los compañeros del PSOE no nos han anunciado una drástica rebaja de sus emolumentos para mitigar la "emergencia nacional". Los tres millones cuatrocientos mil y pico parados deben comjer porque no asaltan los comercios ni supermercados... ¿Dónde está entonces la "emergencia nacional"?

A petición de la oposición, el Gobierno del señor González ha decidido convocar una reunión la próxima semana para informar al país sobre la "situación de emergencia". El "público" está muy interesado en saber si las medidas de "choque" se refieren a que los veraneantes se suban en los cochecitos de tal nombre, y que el "esfuerzo" consista en correr todos los días cinco kilómetros de jogging o levantar pesas de 100 kilos. En la próxima semana, el Gran Comunicador nos sacará de dudas.