_
_
_
_

Balladur irá a Bonn para ver a Kohl

El primer ministro francés, Édouard Balladur, viajará a Bonn para entrevistarse con el canciller Helmuth Kohl. El eje París-Bonn se ha resentido con la reforma del SME y con la propuesta alemana de retrasar la unión monetaria.Ayer mismo, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, replicó a Kohl afirmando que "1999 es el objetivo que debemos preservar", refiriéndose al calendario de la UEM. Juppé cree que "Europa ha dado un paso atrás y por eso ahora debemos dar dos hacia adelante". ¿El camino para lograrlo?: "Reabrir el diálogo con Alemania" y procurar que la dirección de la futura unión continental "no esté en manos de los destructores, sino de los constructores". Por esa va Balladur a Bonn.

Helmut Schinidt, ex-canciller germano y padre, en 1979 y junto con Valery Giscard d'Estaing, del hoy casi difunto SME, ha intervenido en ayuda de las tesis francesas a través de un artículo en el semanario alemán Die Zeit, reproducido por la revista francesa Globe y muy comentado en Francia.

"Un mercado interior unificado con once monedas flotando libremente la una contra la otra, es una pura ilusión", escribe Schmidt como crítica de las recientes decisiones adoptadas en Bruselas. "Nuestro potencial económico inquieta a nuestros vecinos: les recuerda el periodo de Hitler. Para evitarlo, nuestro país debe evitar aislarse, para que Europa no vuelva a coaligarse contra el peso de Alemania".

Críticas a Kohl

La manera como Kohl ha gestionado la reunificación, con su "revalorización demasiado rápida de los salarios y del coste del trabajo en el Este" y su "financiación irresponsable a través de un endeudamiento enorme" ha obligado al "Bundesbank a encastillarse en una política de tipos de interés elevados" que crea "estancamiento y obliga a nuestros socios a devaluar sus monedas", afirma Schmidt, poniendo así en la picota la acción del actual canciller. Reclama de nuevo una moneda común para acabar con esa política que "en otoño nos ha hecho tener un enfrentamiento con Londres y este verano una pelea con París. ¿A quién le tocará ahora?En plena crisis Paris-Bonn, a Balladour se le recuerda que, en 1990, en Le Monde, escribió: "Estoy por una moneda común, no por una moneda única" ya que "la moneda única comporta la desaparición de las monedas nacionales" y esta, a su vez, "la desaparición de la autonomía económica y monetaria". "Soy hostil a una Europa federal", decía Balladur, en plena sintonía con lo que hoy afirma John Major y antes de descubrir que el Bundesbank, con sus tipos de interés, también podía poner en crisis esa loada "autonomía de las políticas económicas y monetarias". Balladur aún no era un defensor de Maastricht.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_