La nueva ley de contaminación multara hasta con 100 millones el exceso de ruido
Zaragoza y Madrid dispondrán de sensores con pantallas indicadoras en sus calles
"El problema del ruido es el más grave que tiene este país desde el punto de vista medioambiental". Esta afirmación procede del director general de Medio Ambiente, Domingo Jiménez Beltrán, cuyo departamento debate estos días la redacción de un texto legal, cuyo rango no se ha decidido aún, que aborda el problema del ruido, los límites tolerables y las sanciones administrativas para quienes los superen. Las multas llegarán hasta los 100 millones de pesetas. Zaragoza y Madrid son las ciudades piloto donde montarán sensores del ruido urbano con pantallas en la calle.
La Dirección General del Medio Ambiente facilitará el próximo mes a los sectores interesados el borrador del proyecto de ley de contaminación atmosférica en la que se fijan por primera vez los límites tolerables de emisión de ruidos, según los distintos espacios. La iniciativa pretende modificar la legislación existente que, por datar de 1972, es preconstitucional, precomunitaria y preautonómica, y no recoge el ámbito de competencias que en esta materia tienen atribuidas las comunidades autónomas a partir de 1978. La ocasión se va a aprovechar para incluir dentro de la normativa medioambiental atmosférica nuevos productos' contaminantes que antes no estaban considerados como tales. En el capítulo de sanciones se autorizará a lasadministraciones a aplicar multas de hasta 100 millones de pesetas; se incluye el concepto de responsabilidad civil en las declaraciones medioambientales y servirá de herramienta para los jueces en las causas por contaminación. La máxima sanción contemplada en la ley de 1972 era de millón y medio.El proyecto de ley propone niveles máximos de tolerancia de ruido según los distintos escenarios y el tipo de receptores. Dentro del escenario silencioso se encuadran los hospitales y los centros docentes, religiosos y culturales. El nivel de ruido aquí no podrá sobrepasar los 50 decibelios durante el día (la OMS establece en 65 el umbral de tolerancia) y 40 por la noche. Para los establecimientos ya existentes se acepta una tolerancia de 5 decibelios más, tanto por la noche como por el día. En los establecimientos catalogados como no ruidosos (viviendas, hoteles ... ) se admitirá una tolerancia de 55 y 40 decibelios para el día y la noche, respectivamente. Para los poco ruidosos (centros comerciales, oficinas ... ), el baremo oscila entre 65 y 55 decibelios y para los escenarios ruidosos (estaciones, por ejemplo) se eleva a los 70 y 65, respectivamente. Estos niveles se han establecido sobre la experiencia de otros países con regulación sobre la materia y a partir de un mapa de ruidos elaborado para el Ministerio de Obras Públicas y Medio Ambiente tomando muestras de 7.600 fuentes sonoras en toda España. La CE no ha logrado hasta ahora armonizar los criterios al respecto de sus países miembros, según Jiménez Beltrán. Sí hay por el contrario una directiva sobre los niveles de emisión de ruido de los productos que salen al mercado.
La medida va a tener una gran repercusión en las obras públicas. Los proyectos de futuras carreteras, ferrocarriles y canteras deberán acompañar en sus estudios de impacto ambiental evaluaciones sobre el ruido. El Ministerio de Obras Públicas ya trabaja en la práctica con unos baremos, de ahí que en obras de gran impacto urbano como la ampliación de la carretera nacional N-VI en la salida de Madrid hacia La Coruña, se prevea la instalación de pantallas acústicas para aminorar el ruido del tráfico y el uso de un pavimento especial que reduce en unos tres decibelios el ruido del convencional.
La legislación incluirá una ordenanza municipal tipo", que permitirá homogeneizar las diferentes normativas sobreruido ahora existentes, a nivel autonómico y municipal.
Dentro de esta estrategia medioambiental, el departamento que dirige Jiménez Beltrán está instalando dos proyectos piloto sobre el ruido en Zaragoza y Madrid. Zaragoza ya dispone de un mapa urbano de ruidos. Sobre esa base se va a conectar la toma de datos con unas pantallas de demostración en la plaza del Pilar donde los viandantes podrán observar las oscilaciones del ruido de su ciudad.
Madrid tiene pendiente de concluir su mapa de ruidos. El proyecto piloto, financiado por Obras Públicas, consiste en terminar el mapa y establecer una red continua de medición de ruidos, similar a la que hay de contaminación atmosférica.
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