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Cuatro personas mueren calcinadas en un coche cuando huían de un incendio forestal en Tarragona

I. SOLER / Á. PIÑOL Un violento incendio forestal, declarado a última hora de la tarde de ayer, provocó la muerte de cuatro personas y obligó a desalojar dos urbanizaciones y el pueblo de Vespella, situadoá 20 kilómetros de Tarragona. Las llamas alcanzaron a numerosas masías y chalés, y cuatro pequeños municipios se vieron involucrados. Otra persona sufrió quemaduras muy graves, y varias más fueron atendidas con síntomas de intoxicación. Las tareas de extinción seguían a las tres de la madrugada, cierre de esta edición, y no se descartaba que hubiera más fallecidos en los chalés calcinados.

Los cuerpos calcinados de dos personas adultas y otras dos más jóvenes fueron hallados a medianoche por una pareja de la Guardia Civil que colaboraba en las tareas de extinción, en la zona de Mas del Blanc, perteneciente al municipio de La Vespella de Gaiá, según confirmó el Gobierno Civil de Tarragona. Los cuatro cadáveres se hallaban dentro de un coche, lo que hace suponer que sus ocupantes fueron sorprendidos cuando trataban de huir de las llamas. A la hora de cerrar esta edición aún no habían sido identificados.El incendio comenzó en torno a las 18.15 en la urbanización La Cativa, situada en el municipio de El Catllar, localidad con 1.262 habitantes. La urbanización fue desalojada y varios chalés fueron destruidos por el fuego. El origen del incendio fue una tormenta con fuerte aparato'eléctrico, que no descargó agua. Los rayos prendieron en una zona sometida ayer temperaturas extremas, de hasta 38 grados, según manifestó José Ramón Dueso, director general de Extinción de Incendios de la Generalitat.

Las llamas se extendieron con rapidez -el viento soplaba a 50 kilómetros por hora- hacia el término municipal de Vespella, de 69 habitantes, que abandonaron sus casas presas. del pánico, acrecentado por el hecho de que el siniestro provocó un corte de luz y del suministro de agua. "Igual tenemos que desalojar el pueblo; ¡me ahogo!", espetó en una breve conversación telefónica con este diario Rafael Bartolozzi, alcalde de Vespella, antes de colgar el teléfono.

La evacuación fue también necesaria en la urbanización de Sant Miquel de Velpella, donde se levantan unas 200 casas. "Las lenguas de fuego pasan por encima de los chalés", comentó un bombero. "Se quema la urbanización", gritaban presos del pánico los últimos en abandonar Sant Miquel de Vespella. El fuerte viento desplazó el incendio hacia los términos municipales -de La Noti de Gaiá, de 376 habitantes, localidad que estaba en fiestas, y Salomó.

Las llamas alcanzaron sobre las 23.00 a una persona, que tuvo que ser evacuada hacia Barcelona para ser ingresada en la Unidad de Quemados de la residencia del Valle: de Hebrón. El herido, Casimiro Sanromá, de 73 años y vecino de Vespella, sufrió quemadural, en el 35% de su cuerpo. Un bombero resultó con heridas leves por una contusion en la rodilla.

En las tareas de extinción participaban 15 vehículos de los -bomberos, dos helicópteros e igual número de hidroaviones.

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