La peseta se libera de los especuladores y se fortalece frente al marco y el dólar
La peseta ha conseguido, a diferencia de otras monedas europeas, liberarse de la presión especulativa y fortalecerse frente al marco y el dólar. La bajada de tipos de interés en España ha tenido un impacto positivo en los mercados, insuflando confianza en la recuperación de la economía española. Mientras la moneda española sube -Regó ayer hasta las 80,60 pesetas por marco y 137,50 por dólar-, el franco francés y la corona danesa, cuyas autoridades monetarias se resisten a bajar tipos en contra de lo esperado por los mercados, siguen en el punto de mira de la especulación.
El Banco de España parece haber salido, de momento, triunfador en la batalla que el Sistema Monetario Europeo ha librado contra los especuladores. Tras la ampliación de las bandas de fluctuación -hasta el 15%-, la peseta ha tendido claramente a fortalecerse. Ayer cerró a 81,80 pesetas por marco, depreciada un 2,28% con respecto a su cambio central (79,11), frente al 7% que cayó el lunes pasado.Los analistas atribuyen el buen comportamiento de la divisa a la actuación del Banco de España y al mensaje alentador del Bundesbank, banco central alemán, de rebajar en 0,15 los tipos de interés a 14 días (repos). Recorte que permite anticipar una bajada en la tasa oficial de. descuento a finales de agosto. "España ha dado la señal óptima que esperaba el mercado tras la ampliación de la banda: los países europeos en recesión, tienen que aprovechar la mayor flexibilidad cambiaria para bajar sus tipos", dice Henrick Lurriholdt de FG Inversiones.
La flotación de facto que permite la nueva banda (30%) facilita la esperada relajación monetaria en España y acerca, por tanto, la recuperación económica, opinan varios analistas, "favoreciendo al final al tipo de cambio de la peseta". Fuentes del Tesoro aseguraron ayer que hay todavía margen e reducción, "pero dentro de un acuerdo global de política econórnica". El Banco Popular secundó ayer el recorte oficial al rebajar en 0,50 puntos, hasta el 11,50%, el tipo de sus créditos preferenciales.
Frente a la postura española, Francia, Dinamarca y Bélgica se resisten a descolgar sus monedas del marco alemán. Así, en Francia nadie en el Gobierno ha hablado de la posibilidad de bajar los tipos de forma inmediata y sí se han pronunciado a favor de seguir con la política del franco duro. Esta cerrazón choca frontalmente con la situación económica francesa que precisa de una urgente relajación monetaria. La excesiva cautela y el empeño en ver el franco en su banda estrecha "está creando una tensión monetaria que alimenta a la especulación", a juicio de las fuentes del Tesoro.
"La crisis del SME fue una crisis de tipos de interés y no de tipos de cambio", dice Lumholdt, "ahora, que la moneda está en flotación, lo que espera el mercado es una bajada de intereses, pero Francia no se adecúa a la nueva situación". Con los tipos altos todavía en -Francia y Dinamarca- y, en el caso de Bélgica, con intervenciones en los mercados de cambió para sujetar la divisa en su banda antigua (2,25%), éstos países están haciendo exactamente lo contrario. "Esta política, que deteriora los datos fundamentales de las economías, perjudica al final a los tipos de cambio", añade y recuerda el caso de la libra esterlina -fuera del SME desde septiembre- que se fortaleció en cuanto la economía británica dio indicios de recuperación. Para Lumholdt, el nuevo orden monetario sirve para que los tipos de cambio reflejen ahora, a diferencia del anterior SME, los fundamentales de las economías europeas.
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