Israel lanza una gran ofensiva sobre Líbano e incluye las posiciones sirias entre sus objetivos

(Frontera israelo-libanesa)El Ejército israelí lanzó ayer una operación sin precedentes desde la invasión de 1982 contra al menos doce bases de Hezbolá (movimiento proiraní) y radicales palestinos en Libano, causando un mínimo de 14 muertos y 51 heridos, la mayoría civiles libaneses. El ataque de aviones, helicópteros y fuerzas navales israelíes no cesó en todo el día y continuaba anoche. Por primera vez en muchos años, Israel ha golpeado directamente a Siria en sus posiciones en Líbano, con un resultado de cuatro soldados sirios muertos y otros cuatro heridos.

Un portavoz militar en Damasco aseguró ayer que las defensas antiaéreas sirias desplegadas en la Bekaa "resistieron a los aviones israelíes que atacaban", y admitió que tres soldados habían muerto. Horas más tarde, las fuerzas de seguridad libanesas elevaban la cifra a cuatro.A primera hora de la mañana, una docena de cazabombarderos y helicópteros israelíes cruzaron, por primera vez, la frontera que separa Israel de Líbano. Los ataques aéreos y con artillería pesada, en represalia por los ataques de Hezbolá, seguían anoche a la hora de cerrar esta edición. Los bombardeos se concentraron en posiciones de Hezbolá, movimiento pro iraní, y del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, del radical Ahmed Y¡bril, pro sirio.

Bases de entrenamiento militar situadas en el valle de la Bekaa; puntos clave de comunicaciones en Baalbeck; la base de Jenna, cerca de la frontera siria; los alrededores de Machghara, concretamente una de las plazas fuertes del integrismo libanés, fueron el objeto principal de un ataque cuidadosamente planificado durante quince días.

A última hora de la noche, dos fragatas israelíes continuaban soltando bombas sobre el campamento palestino de Badaui, cerca de Trípoli. Este último ataque provocó la muerte de al menos dos personas y heridas a otras tres. El Estado Mayor israelí incluyó entre los objetivos de los ataques de ayer algunos situados en territorio libanés controlado por Siria.

La guerrilla de Hezbolá respondió inmediatamente a cada ataque con el disparo de sus katyushas (cohetes) sobre posiciones israelíes en la llamada franja de seguridad del sur del Líbano y la región de Galilea, en el norte de Israel. Dos civiles israelíes murieron y otros diez resultaron heridos en uno de los ataques de Hezbolá. Asimismo, dos soldados fueron alcanzados por impactos de metralla, según informaron fuentes militares israelíes. Uno de los cohetes estalló a pocos metros del vehículo en el que viajaba el presidente israelí, Ezer Weizman, que visitaba la localidad de Qyriat Shmona.

La envergadura del ataque ha hecho temer a muchos observadores que éste sea un anticipo de una segunda invasión de Líbano. El viceministro de Defensa, Motta Gour, lo desmintió: "Este Gobierno [el de Rabin] no es el Gobierno de Begin-Sharon de 1982". No obstante, el ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, aseguró más tarde que si proseguían las provocaciones extremistas, "Israel pasaría a la fase B de la operación". El general Rafael Eytan, responsable de la invasión de 1982, apuntó como solución ensanchar la franja de seguridad del sur del Líbano, que cuenta en estos momentos con diez kilómetros de profundidad.

El primer ministro, Isaac Rabin, ya anunció hace quince días, tras los ataques de los integristas de Hezbolá, que causaron la muerte a seis soldados judíos en la franja de seguridad, que Israel respondería a estas agresiones.