Italianos y magrebíes se enfrentan a palos en las calles de Génova por segundo día

El puerto de Génova fue escenario en la madrugada de ayer, por segundo día consecutivo, de una batalla campal entre inmigrantes magrebíes e italianos que habían constituido patrullas ciudadanas para luchar contra la droga, la prostitución y la inseguridad ciudadana. Al menos una decena de personas resultaron heridas en los incidentes. La policía italiana envió ayer refuerzos a Génova ante el temor de que se repitan los enfrentamientos.

Siete inmigrantes magrebíes re sultaron heridos en la noche del miércoles cuando bandas de italianos atacaron a los norteafricanos en el área del puerto de Génova. Los incidentes comenzaron el martes, al término de una manifestación contra la numerosa presencia en el centro histórico de inmigrantes magrebíes que son acusados de ser un foco de criminalidad. A pesar del importante despliegue policial el miércoles en el centro de Génova, rondas de italianos armados con cuchillos, bastones y cadenas reanudaron la ofensiva atacando a los inmigrantes. Los magrebíes, armados de botellas y bastones respondieron. Según la policía, los miembros de las fuerzas antidisturbios que intentaron intervenir para separar a los participantes en la batalla, se convirtieron a su vez en el blanco de las piedras. No pudieron restablecer el orden hasta la madrugada.

Un grupo de norteafricanos tuvo que ser evacuado ayer del centro y realojado en otra zona de la ciudad para garantizar su seguridad, según informó ayer la televisión italiana.

Según la versión del jefe de la policía nacional italiana, Vincenzo Parisi, cabe la posibilidad de que traficantes de droga italianos hayan aprovechado el miércoles la explosión de malestar de los habitantes de Génova, que atraviesa una grave crisis económica, para mezclarse entre las rondas ciudadanas en contra de sus rivales magrebíes.

Rivalidad de dos bandas

"El episodio fue provocado por la presión a la que se sintió sometido un grupo de traficantes italianos ante la rivalidad de los traficantes magrebíes", dijo Parisi al término de una reunión con las autoridades de Génova y poco antes de regresar a Roma.Además, la ministra de Asuntos Sociales, Ferdinanda Contri, declaró ayer en Roma que, en una reciente visita efectuada a Génova, pudo comprobar que los inmigrantes magrebíes habían constituido un gueto en el área del puerto que es la más antigua de la ciudad.

Contri dijo que el Gobierno estaba estudiando la elaboración de una nueva ley de inmigración que permita una mayor integración de los inmigrantes.

El número de inmigrantes residentes en Génova, en su mayor parte de origen magrebí, asciende actualmente a unas 20.000 personas, de las que aproximadamente la mitad se hallan en situación ilegal y sin posibilidad de recurrir a centros de acogida puesto que la ciudad carece de dichas infraestructuras. Los comités de coordinación creados hace unos años para una rehabilitación del centro histórico genovés condenaron ayer el uso de la violencia.

La ministra también dijo que el Gobierno planeaba reponer 20 de las 22 caravanas, destinadas a inmigrantes africanos en un centro de acogida para los extranjeros, que fueron destruidas en un ataque racista registrado en las proximidades de Nápoles.

Las caravanas, que habían sido donadas a los residentes extranjeros por organizaciones humanitarias como Cáritas, fueron incendiadas sin que se produjeran víctimas puesto que, en ese, momento, estaban vacías.