El PP acusa a nacionalistas catalanes y vascos de mantener un "pacto de silencio" con el PSOE

El Partido Popular mantuvo ayer su primer enfrentamiento de la nueva legislatura con el Grupo Socialista por su negativa a modificar el orden del día del pleno del Congreso de mañana para que el vicepresidente, Narcís Serra, explique la crisis económica. Las críticas del PP se dirigieron también hacia Convergéncia i Unió y PNV, que votaron contra la iniciativa popular en la Mesa del Congreso, a los que acusó de tener un "pacto de silencio" con el PSOE.

El enfrentamiento PSOE-PP que caracterizó la anterior legislatura se reanudó ayer en la Mesa del Congreso, donde los populares vieron derrotada una petición, firmada por 76 diputados, para que Serra informase mañana ante el pleno sobre la crisis y las medidas para superarla.El vicepresidente primero del Congreso, José Beviá, del PSOE, explicó que la iniciativa había sido descartada porque la Constitución y el reglamento del Congreso dicen que los plenos extraordinarios sólo pueden convocarse a iniciativa del Gobierno, de la Diputación Permanente de la Cámara o de la mayoría absoluta de diputados, requisitos que no cumplía el PP.

El portavoz popular, Federico Trillo, calificó de "gravísimo" el rechazo de la solicitud. "No sabemos si Serra y el Gobierno no tienen nada que decir sobre la situación económica o si siguen practicando el ocultismo", dijo. A continuación, consideró "dramático" que CiU y PNV asumieran en la Mesa la tesis del PSOE y la defendieran "con entusiasmo y ardor".

Trillo aseguró que los nacionalistas catalanes y vascos, que apoyaron a Felipe González en la votación de investidura, tienen un "pacto de silencio" con los socialistas y "se han incorporado al felipismo. González y su mayoría reforzada por nacionalistas han dedidido que el Parlamento siga amordazado", concluyó.

El representante del PNV, Emilio Olabarría, no ocultó su irritación ante estas críticas "desaforadas e injustificadas" y advirtió que, con este tipo de declaraciones, el PP no contribuye a crear un clima propicio para alcanzar acuerdos con los demás grupos de la oposición.

Comparecencia en septiembre

La Mesa recibió una petición del Gobierno para que todos los ministros comparezcan ante las comisiones correspondientes de la Cámara en cuanto se constituyan, lo que no ocurrirá hasta septiembre. En ese momento, el ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, explicará al Congreso las medidas para combatir la crisis.

La Mesa aplazó hasta el martes su decisión sobre la posible disolución del grupo parlamentario de Coalición Canaria. Dicho partido, que sólo obtuvo cuatro diputados, uno menos de los precisos para formar grupo, consiguió constituirlo gracias a la incorporación del diputado del Partido Aragonés, José María Mur, quien a las 24 horas se pasó al Grupo Mixto para poder intervenir en el debate de investidura.

Los servicios jurídicos del Congreso, a los que se pidió un informe al respecto, han encontrado "indicios de fraude de ley" en esta conducta, según explicó Beviá. Este informe se trasladará a los diputados canarios y a Mur para que presenten sus alegaciones antes del lunes por la tarde y la Mesa decida el martes.

El portavoz de CC, Lorenzo Olarte, calificó de "clara intoxicación" la información de Beviá. El informe dice que "podría plantearse, no obstante, si la constitución del grupo está afectada por un motivo de invalidez consistente en haberse realizado en virtud de un fraude de ley".

La incertidumbre sobre la permanencia del grupo canario impidió decidir ayer el número de miembros de las, comisiones y de la Diputación Permanente, que dependen del número de grupos parlamentarios. El ministro de la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, indicó que el Grupo Socialista continuará los contactos en los próximos días con CiU y PNV para alcanzar un pacto de legislatura.

[Por otra parte, el PP de Madrid celebró anoche una cena de homenaje a su presidente nacional, José María Aznar, a la que asistieron 800 personas, entre ellas la plana mayor del partido, informa Octavio Cabezas. Tras la cena, Aznar aseguró que Felipe González no ganó las últimas elecciones si no que los ciudadanos "le han dado una prorrogal, y agregó que su partido no va "entorpecer la labor del Gobierno", pero que sí va a representar a sus más de ocho millones de votantes].