Alarma social en Palma por el desastre ecologico de los incendios provocados

La preocupación en Baleares crece por la repetición de los graves siniestros forestales, en su mayor parte provocados, que aumentan el deterioro casi irreversible de muchos paisajes naturales de la isla. Al tiempo, los ciudadanos observan la impotencia de las fuerzas de seguridad para detener a los presuntos pirómanos. A primera hora de la tarde de ayer se dio por extinguido el importante incendio forestal iniciado en la mañana del domingo en Banyalbufar, un enclave natural singular de la costa de Tramuntana de la isla de Mallorca.Portavoces de la Administración autonómica describieron el siniestro como uno de los mayores "desastres ecológicos" padecidos en la isla, no tanto por el número de hectáreas de pinar calcinado -más de 70- sino por el grave impacto negativo, medioambiental y paisajístico, en la zona protegida de la costa de Tramuntana.

Las dificultades para regenerar el terreno quemado y evitar la erosión serán grandes. La zona calcinada, de propiedad privada en su totalidad, está formada por laderas azotadas por el viento marino cercano y que rápidamente perderán su cobertura de tierra cuando lleguen las lluvias.

Desde la pasada primavera, más de medio centenar de incendios forestales, de los cuales se sospecha que una decena han sido intencionados, han destruido casi mil hectáreas en el archipiélago balear. Cuando se detectó el incendio de Banyalbufar tres helicópteros de la policía y medio centenar de personas efectuaban labores de vigilancia sobre las masas forestales de las inmediaciones de Palma de Mallorca.

Fuentes oficiales indicaron que han sido interrogados varios presuntos pirómanos, pero no se tienen pruebas para acusarlos de ninguno de los incendios que han asolado la isla de Mallorca en las últimas semanas.