En busca de un trabajo

Este texto puede llamar la atención. No va a tener palabras ni rimantes ni sonantes, puesto que la escritora no cultiva la literatura, no es que no le guste.La escritora que os presento es una joven de 29 años, llamada María, cualificada profesionalmente, pues es psicóloga y trabajadora social, pero, como muchos otros, desempleada, parada.

Este texto no viene ni de un político que diseña acciones para jóvenes mayores de 25 años y con alta cualificación, ni de un sindicalista que defiende a los que trabajan y no contempla a los parados dentro de sus reivindicaciones, ni de un asesor, economista u otros profesionales encargados de tratar el tema del paro y que dentro de su agenda de contactos no se encuentra a los jóvenes parados que pisan todos los días las calles planificando su recorrido en busca de un trabajo.

Este texto viene de lo que soy. Una joven normal de clase media-baja, con muchos años sobre mis espaldas y sin experiencia laboral de ninguna clase, que se sitúa en un pueblo donde la apatía, la monotonía y las pocas alternativas, ya no sólo al trabajo, sino a todo en general, se hace presente, y que quiere expresarios lo que le surge, lo que le brota de su interior.

Me pregunto: ¿quién tiene ganas de escuchar a una joven que reivindica luchando porque la información sobre los trabajos temporales o eventuales necesarios para cubrir puestos de trabajo en diferentes administraciones estatales autonómicas y locales se publiquen en diferentes diarios oficiales existentes, y no en tablones de anuncios, escondiendo dichas convocatorias?

¿Quién va a escuchar a esta joven que lucha porque la selección de personal se haga en función de las habilidades requeridas por el puesto, y no en función de criterios políticos o en base a enchufes?

Por ello, si utilizáis vuestros oídos para escuchar, os pido que me mandéis información sobre cómo salir de la situación de desempleo en la que me encuentro, pues yo lo he intentado y sola no puedo salir.

Esperando que me mandéis todas aquellas sugerencias y experiencias en torno a lo que es la lucha por conseguir un trabajo, os quedaré muy agradecida y me constará que hay muchos jóvenes que, como yo, siguen, continúan luchando por lo que es nuestro derecho al trabajo. Tengo la esperanza de que estas letras sirvan para algo.