Los 'cascos azules' españoles reducen a la mitad su misión

El endurecimiento de los combates entre el Consejo de Defensa Croata (HVO) y la Armija (Ejército de Bosnia-Herzegovina, formado en su mayor parte por musulmanes) en las ciudades de Mostar y Jablanica, ribereñas del río Neretva, al sur de Bosnia, ha agravado la situación humanitaria de estas dos poblaciones, donde se apiñan numerosos refugiados. Los cascos azules españoles se han visto obligados a reducir en casi un 50% su actividad, tanto en lo que se refiere a escolta de convoyes como a las labores de interposición entre las partes. Sin embargo, el ministro de Defensa español, Julián García Várgas, en declaraciones a Radio Nacional de España insistió ayer en que la Agrupación Canarias, desplegada en la zona, no va a ser retirada por no poder llevar a cabo su tarea.Cerca de 7.000 refugiados, la mayoría de ellos musulmanes, viven en condiciones penosas en la ciudad de Jablanica, donde se encuentra el puesto de los cascos azules españoles más avanzado en Bosnia-Herzegovina. Desde mediados del mes de junio no llega ninguna ayuda humanitaria al enclave musulmán, que prácticamente ha duplicado su población, y donde residen sin problemas unos 600 croatas. Fuentes de la Agrupación Canarias afirmaron ayer en Medjugorje que las condiciones de vida de los 140 soldados españoles allí destacados son buenas, aunque los durísimos combates que se registran en la zona entre croatas y musulmanes les obligan a permanecer todo el tiempo en el interior del cuartel, donde se realizan tareas de fortificación.

La ofensiva de los bosnios iniciada a fines del pasado junio en Mostar ha logrado que las unidades croatas se replieguen. Observadores independientes señalan que la motivación de la. Armija bosnia es ahora mayor que la de los croatas, y sus fuerzas están en condiciones de lograr un estratégico pasillo entre Jablanica y Mostar. A pesar de no contar con artillería, la fuerza numérica y la moral de triunfo se han hecho notar en Mostar y en Jablanica, hasta el punto de que las autoridades croatas han decretado la movilización general y el toque de queda en Herzegovina, provincia de mayoría croata que desea integrarse en la Gran Croacia.

Reducción de tarea

El incremento de la actividad bélica en la zona ha obligado al repliegue de la Agrupación Canarias, que ha visto cómo su tarea se reducía en las últimas semanas en un 50%. De los convoyes diarios que se escoltaban se ha pasado a tres de bajada y tres de subida hacia el centro de Bosnia, pero no por la ruta del Neretva, decididamente impracticable, sino por una de montaña, más al oeste. "Eso no nos ha provocado frustración ninguna", dice el jefe de la agrupación, el coronel Ángel Morales, que asegura que "paciencia y esperanza" son dos cualidades imprescindibles para operar en Bosnia. Los cascos azules españoles siguen manteniendo contactos con las partes en conflicto para tratar de forzar un acuerdo de alto el fuego aunque, de momento, ninguno de los contendientes se muestra sensible. "Están ocupados", dice con sorna el coronel Morales, al referirse a que cada parte busca aumentar su control territorial antes de sentarse a negociar.

Julián García Vargas, aseguró ayer que "en ningún momento se ha planteado retirar a los cascos azules de Bosnia" y señaló que la tarea actual de los soldados españoles se centra en "preparar el invierno y abrir corredores humanitarios".