Un ingeniero apasionado por la electrónica
El secuestro privo a Iglesias del cumpleaños de su hijo y de un viaje a Suramérica
Los billetes de avión que Julio Iglesias Zamora, secuestrado desde el pasado lunes, había solicitado piara viajar el domingo a Suramérica han tenido que ser cancelados. La mañana del día 5 el ingeniero Julio Iglesias se había levantado con tortícolis, tenía una apretada agenda de trabajo y por la noche le había prometido a, uno de sus hijos llegar pronto a casa para celebrar su cumpleaños.Una reunión en la empresa lkusi, en la que desde hace quince años está trabajando, le obligó a comer en una de sus dependencias. Durante el almuerzo con un grupo de compañeros estuvo bromeando a causa del dolor de cuello que sentía. "El fue el primero que comenzó a bromear, y luego le seguimos los demás. Es ingenioso, agudo y de risa fácil", señala un compañero de trabajo. Horas después y cuando se dirigía a su casa fue secuestrado en circunstancias que tan sólo él y quienes le tienen en su poder conocen por el momento.
La pasión por la electrónica y la comunicación le llevaron a estudiar en la Escuela Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de Madrid. "Su tío Ángel Iglesias, propietario de una empresa de material electrónico, influyó muy poco en la elección de su profesión", indica un compañero de carrera. Julio Iglesias nació en San Sebastián hace 42 años, está casado y es padre de tres hijos: Jon, Ander y Ane.
Su familia y amigos destacan de él su simpatía y su agudeza. Sus compañeros en Ikusi dicen: "Es exigente, primero, consigo mismo, lo que le da autoridad moral para ser exigente con los demás".
El esquí y el fútbol son los deportes por los que Julio tiene pasión. Una semana de sus vacaciones anuales la reserva y la comparte con su esposa, Marisa, desplazándose hasta una estación de esquí. Socio de la Real Sociedad desde hace años, no se pierde, en compañía de su hijo Jon, un partido de los que su equipo juega en casa. La afición por el fútbol se la transmitió su padre, Ángel Segundo Iglesias, locutor de Radio San Sebastián hasta que cambió el micrófono por el sector inmobiliario. Mientras está en casa es frecuente que dedique algunos minutos a escuchar música, sobre todo ópera. No le da pereza viajar por temas de negocios y ha conseguido establecer contactos comerciales en varios países de Europa y América. "Si algo le ha distinguido es su afán de trabajo. Es métodico, pero no rutinario", destacan sus compañeros. Nunca ha fumado y ha conseguido que alguno de los directivos de Ikusi abandone ese hábito. Un amigo de Julio Iglesias asegura que no suele hablar de política. "No recuerdo en los trece años que le conozco ha berse manifestado sobre un partido político u otro. Tiene sus ideas, pero no le gusta hablar de ese tema. Nunca ha hablado en público de ETA".
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