El déficit exterior cayó un 40% hasta marzo por el alza de exportaciones y caída de importaciones
El déficit exterior (o déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente) disminuyó un 40,3% en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo de 1992, según los datos que hizo ayer públicos el Banco de España. Esta mejora obedece, casi exclusivamente, a la mejora del déficit comercial, que cayó un 50% gracias a la disminución de las importaciones (un 91%) y al aumento de las exportaciones (un 11%). La balanza de capitales, a cambio, muestra menos entradas de dinero foráneo y más salidas al exterior. El resultado es que la balanza de pagos se equilibró en el primer trimestre con una disminución de reservas de divisas por importe de 292.000 millones de pesetas.
El Banco de España estrenó ayer una nueva metodología para medir las operaciones con el exterior con la publicación de una balanza de pagos radicalmente distinta a la de los últimos años. Desde finales de los años 80, el creciente deterioro del déficit exterior se compensaba ampliamente con entradas netas de capital, atraídas por altos tipos de interés, fortaleza de la peseta y mínimo riesgo de devaluación.El primer trimestre de este año, a cambio, la balanza de pagos muestra una considerable reducción del déficit exterior (comercial más servicios y transferencias) acompañado de un fuerte descenso de las entradas netas de capital, que tuvo que compensarse con un descenso en las reservas de divisas.
Estancamiento del turismo
Las exportaciones (1,8 billones de pesetas) aumentaron un 11% en el trimestre, mientras las importaciones (2,2 billones de pesetas) disminuían un 9%. El déficit de la balanza comercial quedé, así en 400.000 millones de pesetas, la mitad que el registrado en el primer trimestre del pasado año.
Las entradas netas por turismo quedaron prácticamente igual: 318.000 millones este año y 312.000 el pasado. Este estancamiento obedece a que el aumente) de los ingresos por turismo han sido compensados con salidas de turistas españoles al exterior. Mientras, el saldo entre rentas y transferencias empeoró ligeramente. El resultado es que: la mejora en un 50% del déficit comercial no se ha trasladado completamente al déficit exterior (o por cuenta corriente). La contención de este último queda así en el 40%.
El alivio que más exportaciones y menos importaciones trasladaron al déficit exterior no estuvo acompañado de una evolución similar en la balanza de capitales debido, según el Banco de España, "al importante retroceso registrado en el flujo neto recibido del resto del mundo", en comparación con el primer trimestre de 1992. El motivo, según el banco emisor, es que entonces "los diferenciales de tipos de interés y la fortaleza de la peseta incentivaban fuertes entradas netas de capital desde el extierior", lo que ahora no ocurre.
Multiplicar por 17
El mayor cambio, dentro de la balanza de capitales, se concentra en los préstamos y depósitos de españoles en el exterior. La total liberalización para abrir cuentas bancarias fuera o para pedir créditos en el exterior ha multiplicado por más de 17 las salidas netas de dinero por esta partida.
Según los datos que facilitó ayer el banco emisor, los préstamos y depósitos de españoles en el exterior han pasado de 95.000 millones de pesetas en el primer trimestre de 1992 a 1,6 billones de pesetas en los tres primeros meses de este año.
Este fortísimo aumento de operaciones fuera, principalmente bancarias, según el Banco de España, compensa el incremento (del 145%) en las inversiones de extranjeros en España. Esta partida -que integra tanto las operaciones de compra de títulos, como deuda pública, como las inversiones directas en actividades empresariales- fue de 1,9 billones de pesetas de enero a marzo, frente a los 788.000 millones del primer trimestre de 1992.
Adaptados a la movilidad
El Banco de España ha modificado radicalmente el método para contabilizar las operaciones de la balanza de pagos con el objetivo de subsanar las crecientes lagunas del registro de caja -que se utilizó hasta 1992- por la liberalización de movimientos de capitales.Mientras existió control de cambios, todas las operaciones con el exterior debían pasar por entidades de crédito autorizadas (delegadas) por el Banco de España. Después, cada escalón de la liberalización eliminaba del registro de caja operaciones como las que realiza une empresa multinacional entre matriz y filiales o las compensaciones de importaciones y exportaciones entre dos empresas.
Como solución, el banco emisor ha modificado la recogida de información. Ahora, todas las entidades de crédito facilitan esta información, y los exportadores e importadores que no utilizan a bancos españoles deben trasladar también esa información al Banco de España, para que ésta sea "más completa" que la facilitada por Aduanas.
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