Estados Unidos otorga a Rusia un préstamo de 2.000 millones de dólares
Estados Unidos firmó en Washington el pasado martes, en vísperas de la reunión de los siete países más industrializados (G-7), un crédito de 2.000 millones de dólares (260.000 millones de pesetas) paradesarrollar la industria rusa de extracción de petróleo. "Es una buena señal para Tokio", dijo en la capital norteamericana el embajador ruso, Vladímir Lukín, que estuvo presente el lunes en la ceremonia de la firma del acuerdo de cooperación.
Rubricó el documento Kenneth Brody, presidente del ExportImport Bank. Por parte rusa, anteriormente, en Moscú, ya habían firmado el acuerdo el ministro de Combustible y Energía, Yuri Shafránik, el primer viceministro de Finanzas, Andréi Vavílov, y el vicepresidente del Banco Central, Dmitri Tulin.Lukín declaró en Washington que el acuerdo puede servir de catalizador para otros países con los cuales Rusia mantiene conversaciones económicas.
Los créditos, con un plazo de siete años, se realizarán de dos maneras: en forma de garantías del Gobierno norteamericano a instituciones financieras privadas, o como préstamos directos del Export-Import Bank.
"Éste es un gran paso para fomentar la cooperación ruso-norteamericana de manera que realmente sea buena para cada país", declaró Brody. El banquero norteamericano subrayó que el acuerdo no sólo dará a Rusia los modernos equipos que necesita para aumentar el volumen de extracción de petróleo, sino que también permitirá crear en los mismos Estados Unidos alrededor de 40.000 nuevos puestos de trabajo.
Rusia es el segundo productor de petróleo después de Arabia Saudí, pero sus volúmenes de extracción vienen disminuyendo desde 1988. El descenso de este año con respecto a 1991 se calcula en más de 100 millones de toneladas de petróleo. Pese a todo, alcanzará los 340 millones de toneladas, unos siete millones de barriles diarios.
La principal causa de esta baja en la producción es que los equipos rusos están ya obsoletos. El mayor centro de fabricación de maquinaria para la industria petrolera ha quedado fuera de Rusia después de que la URSS se desintegrara en 1991. Las dos terceras partes de los equipos de perforación que funcionan en el país fueron proyectados en los años 50.
Ya se ha extraído el 41% de las reservas del país, pero se explotaron en primer lugar los yacimientos que exigían gastos mínimos. Por eso ahora no sólo se trata de reemplazar los viejos equipos, sino de utilizar otros, de características más avanzadas que los que puede fabricar Rusia.
Los créditos norteamericanos están dirigidos en primer lugar precisamente a la compra de nuevos equipos de perforación y de procesamiento de petróleo y gas. La partida mínima de compra de equipos, según el acuerdo, debe ser de 25 millones de dólares. El primer crédito, de 500 millones de dólares, ya ha sido aprobado y se espera que la maquinaria norteamericana comience a llegar a Rusia en septiembre próximo.
El acuerdo, firmado después de más de un año de regateos y aplazamientos, dará nuevos recursos de divisas a Rusia y ampliará el mercado de venta de la producción norteamericana, afirmó Brody. "Realmente conviene a ambos países", concluyó el banquero, seguramente para calmar a la opinión pública estadounidense, que hoy se muestra contraria a la ayuda económica a Rusia.
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