40.000 personas en el concierto de Guns N´Roses
Las pantallas de vídeo situadas en los laterales del escenario ofrecieron la imagen de Axl Rose saludando desde el camerino. El concierto de Guns N'Roses estaba a punto de comenzar, y 40.000 personas, según cifras oficiales, se pusieron a gritar. Instantes después los primeros acordes de Its so easy iniciaban el plato fuerte de una fiesta rockera que también incluyó la actuación de Suicidal Tendencies y Brian May.El concierto de Guns N' Roses comenzó a todo trapo. Axl Rose, con una camiseta roja con la imagen del asesino James Mason, se dedicó a correr desde el primer momento de punta a punta del escenario. Pronto llegaron Mr Bronwstone, Live and let die y Welcome to the jungle; es decir, parte de las piezas más enérgicas y populares del grupo de Los Ángeles. Sin el apoyo de coristas ni de sección de metal, elementos que si incluían el pasado año, el grupo se concentró en lo que mejor sabe hacer: armar ruido.
El escenario del concierto no se significó por ningún elemento destacable, amén del habitual y faraónico amontonamiento de luces. Los laterales estaban ocupados por dos pantallas de vídeo y dos paneles que reproducían la portada Use Your Illusion I y II, los dobles discos que han motivado la maratoniana gira del grupo.
La fiesta para ver a Guns N' Roses comenzó seis horas antes -ellos saltaron al escenario a las once de la noche-. A las cinco se abrieron las puertas del Estadio Olímpico. Para fortuna de los fans dispuestos a esperar tanto por sus ídolos, la organización preparó una valla sueca, una zona acotada próxima al escenario en la que pueden entrar y salir los primeros cientos de espectadores que acceden del recinto, quienes pueden disfrutar así del mejor emplazamiento para el show.
Todos contentos
Guns N'Roses no llenaron el estadio, pero consiguieron una entrada respetable. El grupo tampoco consiguió el mejor sonido posible, pero considerando la filia que el grupo tiene por la tralla, el público tampoco lo echó en falta. Axl Rose quiso distanciarse de su ex compañero Izzy Stradlin, a quien dedicó un sonoro "fucking easy", muy a pesar de que el guitarrista acompañó al grupo en algunos conciertos de esta interminable gira que dura ya dos años.
Con anterioridad al concierto de Guns N' Roses, el público pudo presenciar las actuaciones de Suicidal Tendencies y de Brian May. Los primeros comenzaron su recital con media hora de retraso, desechando una vigorosa mezcla de Thrash metal y rock duro.
Contrariamente a lo que se podía pensar, el público recibió con notable entrega a Brian May, el ex guitarra de Queen, cuya estética equidista tanto de Suicidal Tendencies como de Guns N' Roses. Echando mano de clásicos de Queen y de piezas de su último disco en solitario, May actuó por espacio de una hora con la aquiescencia del respetable.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.