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Francia impone una drástica reducción de la sanidad pagada por la Seguridad Social

Los franceses tendrán que ir menos al médico y consumir menos medicamentos. O si quieren mantener su actual nivel de atenciones sanitarias, tendrán que pagarlas de su bolsillo. Simone Veil, ministra de Asuntos Sociales, dió ayer los detalles del importante programa de recorte de los gastos de la Seguridad Social que había anunciado Edouard Balladur al presentar su política económica. Se trata de ahorrar 32.200 inillones de francos (unos 700.000 millones de pesetas) en los próximos 18 meses, y ello a base de gastar menos en el médico y en la farmacia.

En Francia el paciente escoge el médico, lo paga y luego se hace reembolsar por la Seguridad Social. Éste organismo le devuelve un importante porcentaje de ese gasto. El porcentaje varía según los tipos de enfermedad. Lo mismo ocurre con los medicamentos. El paciente los abona en la farmacia y luego envía la receta y el justificante de la compra a la Seguridad Social. En uno y otro caso, éste organismo público devuelve con puntualidad a través de transferencias bancarias.

Para reducir el enorme agujero de la Seguridad Social, debido en gran parte al crecimiento del consumo de atenciones sanitarias por parte de los franceses, Balladur y Veil han optado por reducir de modo significativo -entre un 5% y un 15%, según los casos- los porcentajes de los gastos de visitas médicas y compra de fármacos reembolsados a los pacientes. Asimismo ha aumentado en un 10% el mínimo que éstos pagan en concepto de hospitalización en un centro público.

Cascabel al gato

Todo el mundo sabía que el déficit de la Seguridad Social -que iba a alcanzar a finales de este año los 60.000 millones de francos y podía aproximarse a los 100.000 millones de francos en 1994- era insostenible. Todo el mundo, a la derecha y a la izquierda, pretendía ponerle coto. Pero nadie se atrevía a ponerle el cascabel al gato. Era esto algo que también convenía a los médicos, los farmacéuticos y los laboratorios.Aprovechando el estado de gracia en la opinión pública del que todavía disfruta y la desmovilización de la izquierdas y los sindicatos, el Gobierno de centro derecha ha actuado con energía, tal como anunció Balladur al tomar posesión. Veil confirmó ayer que su objetivo es ahorrarle a la Seguridad Social 32.200 millones de francos desde ahora y hasta finales de 1994. Y eso en gran medida a base de controlar los gastos sanitarios. Los enfermos soportarán el 40% de las medidas de ahorro anunciadas.

Veil señaló que ha dado instrucciones para que se supriman los servicios hospitalarios "inútiles o demasiado costosos". La ministra pretende reducir en 3.800 millones de francos los gastos de los hospitales.

La izquierda condenó los proyectos gubernamentales. La diputada socialista Segolene Royal pidió a Balladur y Veil que "corrijan el plan de racionamiento de las atenciones sanitarias en una dirección de mayor equidad". Los comunistas fueron más virulentos. Su portavoz denunció "las consecuencias dramáticas que tendrá una medida que somete la salud a las reglas del mercado capitalista".

Pensión de jubilación

Estas medidas se añaden a la ya aprobada prolongación de los años de cotización necesarios para cobrar una pensión de jubilación. En fechas próximas, los sindicatos y las organizaciones patronales tendrán que discutir una nueva reducción de los subsidios de desempleo que gestionan paritariamente. El paro y el envejecimiento de la población en una situación de crisis justifican, según el Gobierno, esos sacrificios.

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