Una muerte prematura
La central Vandellós I, cerrada por el Gobierno a causa del accidente del 19 de octubre de 1989, es una de las tres plantas de la primera generación de nucleares españolas. Es la única de grafito gas, y utilizaba el método de agua en ebullición para generar una potencia de 500 megavatios.La central comenzó a funcionar en 1971 con permiso de explotación hasta el año 2003. Por tanto, cuando se decidió el cierre, en julio de 1990, se acortó su vida en 13 años. Hifrensa, la empresa que gestiona la central, es propiedad de Fecsa (29%), Hidruña (23%), ENDESA (23%) y Électricité de France (25%).
El accidente se produjo cuando, tras la ruptura de un cojinete de la turbina, se encendió el aceite lubricante y seguidamente ardió un depósito de hidrógeno de refrigeración. El fuego alcanzó a los circuitos eléctricos y de control. Ha sido el accidente más grave en una nuclear española y está clasificado como de nivel 3 (de 7), en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares porque, aunque no hubo escape radiactIvo, quedó dañado el sistema de seguridad.
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