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CASCOS HISTÓRICOS

Decálogo para poder vivir bien en una ciudad histórica

Los cascos históricos se quedan vacíos. Sólo hay sitio para ancianos, marginados, comercios anticuados, coches a lomos de las aceras, edificios abandonados, entornos deteriorados... La huida hacia áreas de más confort ha sido implacable en las últimas décadas. En los países desarrollados, cada ciudad ha frenado a su manera la escapada hacia las afueras mejorando los cascos antiguos, haciéndolos más transitables y confortables.El concepto medioambiental ha asimilado el entorno urbano como un elemento a tener en cuenta. Así lo contempla el Libro Verde de la CE, un texto de referencia para el I Congreso sobre Movilidad y Calidad Ambiental en Centros Urbanos, que se celebra del 30 de junio al 2 de julio en Granada.

Los organizadores del congreso quieren aprovechar el evento para hacer público el decálogo sobre mejora de los cascos viejos urbanos, que no parte de considerar al coche como un enemigo, pero sí le aleja de ciertas áreas donde su uso es prescindible.

Descentralización

La mejora del medio ambiente urbano puede lograrse mediante actuaciones complementarias, a caballo entre la ciudad antigua y los barrios modernos. La tesis de Carlos Corral, director de Planificación Intermodal del Transporte, se inclina por eliminar los viajes recurrentes al centro, mediante la descentralización de servicios que pueden ubicarse en 1 zonas de la periferia.

Corral cree que el proyecto de Oriol para la plaza de Oriente de Madrid sería un modelo contraproducente, como el aparcamiento del miradero en Toledo, cerca de Zocodover; la mayoría de los locales comerciales que le acompañan están desocupados. Hay que establecer escalas de actuación. Se aplican soluciones miméticas a problemas dispares, como colocar pasos subterráneos o elevados y grandes aparcamientos enterrados en ciudades de 12.000 habitantes. Insiste Corral en que cada caso requiere una solución específica.

Carlos Saribricio, catedrático de Historia del Arte y Urbanismo, defien-, de el mismo criterio: "No se puede opinar en abstracto qué es mejor, un funicular o una escalera mecánica; depende de quién la haga. ¿Tiene sentido la catedral de la Almudena o una cabina de teléfono de aluminio en una plaza mayor?".

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