Las coproducciones llenan la temporada de ópera de Madrid de 1994

La temporada de ópera de 1994 del teatro de la Zarzuela en Madrid, presentada ayer en el Ministerio de Cultura, se caracteriza por las coproducciones realizadas con varios teatros o asociaciones. Una nueva producción de El empresario, de Mozart, dirigida por Gustavo Tambascio; la reposición de 1987 de Wozzeck, de Alban Berg, y las producciones de La Monnaic de Bruselas de 1989 de Un ballo in maschera y la de Montecarlo para La italiana en Argel, completan una temporada intensificada por los recitales de Gwyneth Jones, Raina Kabaibanska y María Bayo.

El Festival de ópera de Oviedo con Der Freischütz, el Covent Garden de Londres y la ópera de Montecarlo en Eugenio Oneguin, el Festival Donizettiano de Bérgamo y el Liceo de Barcelona en Lucía de Lamermoor, el Centro de Difusión de la Música Contemporánea y el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas en El cristal de agua fría, y el teatro Cervantes de Málaga, Amigos de la ópera de La Corufia, Gran Teatro de Córdoba, teatro Romea de Murcia, teatro Principal de Mallorca, teatro Principal de Valencia, Asociación Gayarre de Pamplona y teatro Principal de Alicante en Marina de Arrieta, colaboran con el teatro de la Zarzuela para compartir unos costes que garanticen la idoneidad de los espectáculos.Entre los atractivos más importantes del próximo año operístico en Madrid se encuentran la vuelta a la dirección de escena de Pilar Miró en la función inaugural con El cazador furtivo, dirigida por Ros Marbá, en enero; la presencia de Carlos Álvarez en Eugenio Oneguin en febrero, poco antes de su debú en la Scala como Rigoletto; el protagonismo de Mariella Devia como Lucía de Lamermoor en marzo; el estreno de una ópera de Rosa Montero y Marisa Manchado en abril; un reparto con Luis Lima, Ana Tomowa-Sintow, Elena Obratsova y Juan Pons en Un ballo in maschera, también en abril; la actuación de Alfredo Kraus en Marina en mayo; el retorno de Wozzeck con Antoni Ros Marbá y José Carlos Plaza en junio, y una espectacular La italiana en Argel, de Rossini, en julio, con Teresa Berganza, Ruggero Raimondi y Carlos Chausson, con escenografía de Pierre Luigi Pizzi y dirección musical de Alberto Zedda.

Se insiste en las funciones alternativas para niños y jóvenes con un reparto de voces jóvenes para Marina y otro para El empresario, de Mozart, con Ana Rodrigo y Ángeles Blancas, triunfadoras en la temporada anterior de una experiencia similar con La flauta mágica, de Mozart, que fue uno de los grandes éxitos de la temporada del 93.

Como anticipo del año operístico se podrá ver del 18 de septiembre al 10 de octubre de este mismo año la zarzuela La canción del olvido, de José Serrano, dirigida por Miguel Roa y con puesta en escena de P. L. Pizzi en una coproducción con el Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid.

En el tradicional concierto de Santa Cecilia, el 21 de noviembre, en el Auditorio Nacional de Música, la Orquesta Sinfónica de Madrid, titular del teatro de la Zarzuela, será dirigida por Antoni Ros Marbá en un plato fuerte del repertorio romántico, la Octava sinfonía de Bruckner. Días después, el 3 de diciembre, habrá un simpático homenaje al maestro F. A. Barbieri con fragmentos de zarzuela dirigidos por Miguel Roa.

Escenografía a concurso

En cuanto al ballet, la Compañía Nacional de Danza ocupará durante diciembre el teatro de la calle de Jovellanos con dos programas diferentes, en los que se podrán contemplar coreografías de Duato, Kylián y Forsythe, con músicas de Rzewski, Cage, Iglesias y Britten, entre otros.

Un detalle especialmente relevante es la consolidación de una escenografía a concurso para una de las producciones de ópera, en colaboración con el Festival de Oviedo. Este año, el ganador ha sido el pintor Eduardo María Gruber, con un diseño para El cazador furtivo, que será dirigido por Pilar Miró en la inauguración de la temporada, el próximo 22 de enero de 1994.