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EE UU defenderá a los fumadores pasivos

Las compañías se querellan contra el Gobierno por "manipular" los riesgos del tabaco

Antonio Caño

El Gobierno norteamericano ha empezado a preparar su defensa contra la querella presentada en su contra por los productores de tabaco, que se consideran gravemente perjudicados por las limitaciones impuestas por la Administración de EE UU al hábito de fumar. La Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA, en sus siglas en inglés) afirma que dispone de 30 informes científicos que demuestran que el riesgo de cáncer de pulmón aumenta en un 19% en los fumadores pasivos, aquellos que conviven con consumidores habituales de tabaco. Las asociaciones de enfermos apoyan al Gobierno.

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La EPA asegura que 3.000 de los 160.000 muertos cada año en Estados Unidos por cáncer de pulmón son fumadores pasivos. Esta agencia gubernamental afirma que, en todo caso, su punto de vista no tiene nada que ver con la restricciones al consumo de cigarrillos en lugares públicos, porque la EPA no tiene responsabilidad sobre el medio ambiente de sitios cerrados.Las organizaciones de lucha contra el cáncer también han expuesto su queja por la decisión, anunciada el lunes, de las principales empresas tabaqueras de querellarse contra el Gobierno "por difundir el miedo a los cigarrillos basado en estudios manipulados".

La asociación de enfermos de pulmón ha acusado a la industria del tabaco de "negarse a reconocer que sus productos matan" y ha prometido colaborar con el Gobierno en la causa abierta ante un tribunal de Greensboro (Carolina del Norte).

Otra organización denominada Efectos del Tabaco en la Salud estima que, aunque el Gobierno sólo pudiese demostrar un 80% del peligro anunciado, sería necesario regular la práctica de fumar para no perjudicar a los no fumadores.

Manipulación de datos

Los productores de cigarrillos aseguran que algunos de los 30 informes de la EPA reconocían que no podían demostrar los efectos del tabaco en los fumadores pasivos. La industria tabaquera -encabezada por los dos grandes: Philip Morris y R. J. Reynolds- cree poder probarante un juez que la EPA manipuló los datos científicos para presentarlos a su favor y que la única base de la que dispone son unas discutibles encuestas".

Uno de los directivos de una empresa de tabaco advirtió que la política del Gobierno respecto a la práctica del. tabaco pone en grave riesgo el futuro de 500.000 personas vinculadas a ese negocio. Este año, según datos de la mismo industria, el consumo de cigarrillos en Estados Unidos se ha reducido ya en un 2%, después de varios años en los que las pérdidas de esas empresas no han cesado de crecer.

Lo único que, por el momento, ha salvado de la quiebra a varias empresas de cigarrillos es el incremento de su producto en varios países extranjeros, especialmente en el este de Europa, a donde antes no llegaba el tabaco norteamericano y hacia donde ahora orienta esta industria buena parte de su esfuerzo.

Pese a que es cierto que la EPA no tiene capacidad para imponer normas sobre el medio ambiente en locales cerrados, también es verdad que las decisiones que se adoptan sobre el consumo de tabaco en edificios en EE UU suelen estar basadas en los informes elaborados por esa agencia.

El pasado 7 de enero la EPA presentó un documento sobre el medio ambiente en relación con el tabaco -contra el que ahora se querellan los productores sobre el que, por ejemplo, se ha basado un comité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para aprobar una ley que prohíbe el consumo de cigarrillos en la mayor parte de los edificios oficiales.

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