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Un grupo armado ataca con morteros la base de la ONU en Mogadiscio

ENVIADA ESPECIAL La tensión que se respira estos días en Mogadiscio se elevó varios grados después del ataque con morteros y ametralladoras lanzado en la noche del martes por un grupo somalí contra la base de las fuerzas de Naciones Unidas en Somalia (Onusom). Los cascos azules respondieron a los disparos. Al menos seis somalíes resultaron muertos en el enfrentamiento, que se prolongó durante seis horas. Mientras tanto prosigue en la ciudad la extraña operación de búsqueda de Mohamed Fará Aidid, el poderoso señor de la guerra acusado de la muerte de 24 soldados paquistaníes.

Onusom ha editado, en el más puro estilo del salvaje Oeste, unos panfletos con el rostro de Aidid, en los que ofrece una recompensa por su captura.El ataque de ayer es el incidente más grave que se produce en la capital somalí desde el pasado día 17, en que cinco cascos azules (cuatro marroquíes y un paquistaní) murieron en choques con seguidores de Aidid.

Las instalaciones de Onusom, situadas en el antiguo campus universitario, acogen a varios destacamentos de cascos azules y las dependencias administrativas y están pegadas a la Embajada de EE UU, actual cuartel general de Onusom. En esta base permanecen detenidos varios miembros del grupo de Aidid.

El eco de los primeros morteros se escuchó con nitidez sobre las ocho de la tarde. Tras un paréntesis de unas dos horas, los lanzacohetes y ametralladoras volvieron a resonar bajo la intensa lluvia. El ataque se produjo desde dos puntos, dos núcleos de viviendas situados al sur y al este del campus. "Ha sido el peor enfrentamiento en los cinco meses que llevo aquí", comentaba por la mañana Peter, empleado de una compañía privada de telecomunicaciones. Él y sus cuatro compañeros dormían en una tienda de campaña en el sector del campus más próximo al ataque. "Cuando comenzó el ataque dos helicópteros sobrevolaron el lugar, pero no dispararon. Luego se intensificó y ya no volvieron a aparecer. Nos preguntábamos qué puñetas estaban haciendo. Hemos estado en vilo hasta las cuatro de la mañana".

Los cascos azules tunecinos y estadounidenses respondieron con granadas antitanque AT-4 y M-72. "Aquí dentro cayeron varios proyectiles, pero no han producido demasiado daño, porque dieron sobre todo en la primera línea de edificaciones, que están sin ocupar", comenta un marine norteamericano sorprendentemente locuaz.

Fuentes de Onusom cifraron en seis el número de somalíes muertos. Otras informaciones hablan de ocho víctimas mortales. Ninguno de los hospitales de la ciudad recibió heridos durante la noche. Los helicópteros Cobra estadounidenses realizaron ayer numerosos vuelos rasantes sobre la ciudad.

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Mientras tanto, prosigue el extraño juego de caza y captura del general Fará Aidid, que controla el sur de la capital y buena parte de las regiones central y meridional del país. Los portavoces de Onusom no quieren dar detalles al respecto. El miércoles, un grupo de paracaidistas estadounidenses aterrizó en el sector de la ciudad controlado por los cascos azules italianos, sin que los mandos de las fuerzas multinacionales supieran nada de esta operación.

Onusom ha editado carteles y panfletos con el rostro de Aidid en los que se ofrece una recompensa por su captura, que los portavoces del organismo internacional no han querido precisar. Pensaban lanzarlos ayer desde el aire, pero la intensa lluvia que cae sobre la capital hizo que la acción se pospusiera para hoy.

Aidid se encuentra en Mogadiscio e incluso ha dado una entrevista a la cadena de televisión estadounidense NBC y a la emisora Voice of America, en la que asegura que es inocente de la muerte de los soldados paquistaníes. El general rebelde asegura que resistirá, con la ayuda de Dios y de sus seguidores, el acoso de la ONU.Unas mil personas se manifestaron ayer de nuevo por la ciudad para expresar su adhesión a Aidid. "Fuera Naciones Unidas" y "Muera Clinton", coreaban, mientras agitaban los brazos y rompían banderas de EE UU.

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