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España pierde terreno y se coloca a la cola de la OCDE en competitividad

España ha perdido competitividad y se ha situado en la posición 19, entre los 22 países más industrializados, según el Informe sobre la competitividad mundial 1993,que el Foro Económico Mundial (FEM) hará público hoy. El retroceso de España, que ahora sólo supera a Italia, Turquía y Grecia, se debe en parte a la nefasta opinión que los ejecutivos, españoles tienen de su. país y a las malas perspectivas. Las opiniones, de 63 ejecutivos españoles -el total de los consultados- contribuyeron decisivamente a rebajar un puesto la posición española, que en 1992 fue la 18 de toda la OCIYE, por encima de Portugal.

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El informe que anualmente realiza el FENI se basa en 371 parámetros que analizan la situación económica y social de cada país. De estos parámetros, dos tercios son datos como crecimiento del PIB en el último año, evolución de los tipos de interés o tasa de desempleo, y el tercio restante son opiniones de los ejecutivos de cada país sobre la coyuntura y su evolución en el futuro próximo. Sin embargo, en la lista de elementos, negativos para España, la proporción se invierte: 56 son opiniones y sólo 9 son datos."Efectivamente, las opiniones de los ejecutivos consultados han arrastrado a España hacia abajo en la clasificación final", confirma Madeleine Linard, que ha trabajado en la elaboración del informe. De los ocho apartados en los que el FEM agrupa todos los parámetros, el de situación interna de la economía española es el que sufre un mayor descenso. De la posición número 12 que ocupaba España en el último estudio, se pasa a la número 17 en el informe de este año. Este drástico cambio se debe a que la mayoría de ejecutivos españoles "ha contestado de forma mucho más pesimista que en 1992% según Linard.

En la lista negativa, España obtiene la peor puntuación (puesto 22 sobre 22 países) en 19 ocasiones, de las 65 posibles. Pero de ellos, tan sólo dos -tasa de desempleo y número de delitos denuinciados- son datos. Los otros 17 -desde rigidez del mercado de trabajo hasta la calidad. de los productos españoles-, son opiniones de los ejecutivos consultados.

Esta situación contrasta con la de otros países, en los que las percepciones de sus ejecutivos están por encima de las cifras de la economía de sus países respectivos. Así, de los 63 elementos que incluye la lista negativa de Holanda, sólo 15 son opiniones de directivos holandeses, mientras que el resto, 48, son datos reales de la economía holandesa.

Para el Ministerio de Industria, la clasificación del FEM no refleja la situación actual de la competitividad de la economía española, que ha recuperado la posición que tenía antes de ingresar en el Sistema Monetario Europeo, en 1989. "En los últimos meses se ha producido un vuelco en nuestra competitividad, con las tres devaluaciones y el ajuste real que se ha producido", según el secretario de Estado de Industria, Álvaro Espina.

Aspectos positivos

España obtiene las mejores puntuaciones del FEM en inversión del Estado en telecomunicaciones, crecimiento del gasto en investigación y desarrollo, o aumento de las exportaciones, cuestiones en las que obtiene el primer puesto. En esta lista apenas aparecen opiniones positivas de los ejecutivos españoles.

"Es muy probable que estas opiniones se hayan recogido cuando hemos estado en nuestro periodo más bajo, el último trimestre de 1992 y el primero de 1993", según Espina, para quien en estos momentos "ya no hay pesimismo empresarial".

Independientemente de la pérdida de un puesto en el informe de 1993, lo cierto es que España se sitúa, según el FEM, a la cola de la OCDE en cuanto a competitividad. El informe, según las autoridades españolas, no tiene trascendencia a la hora de que empresas extranjeras tomen decisiones de inversión.

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