La llegada de turistas cae un 5% este año
La crisis económica castiga con dureza a los hoteles y restaurantes madrileños
El año 1992 fue flojo. El 93 parece peor. Los acontecimientos del Madrid cultural no frenaron el descenso de visitantes en la región, ya iniciado en el ejercicio anterior. Ahora la tendencia continúa: entre enero y abril, el número de turistas ha caído en torno a un 5%. La crisis que castiga al sector se traduce en rebajas de la categoría de los establecimientos y en la reducción de sus plantillas. Son las primeras medidas para recuperar el volumen de negocio de la hostelería madrileña, que mueve 500.000 millones de pesetas anuales.
Tres años atrás, en 1990, cuatro millones de visitantes pasaron al menos una noche en Madrid. Ahora, al ritmo que van las cosas, este récord parece inalcanzable. El año pasado ya descendió a 3.779.695, y los primeros datos de 1.993 reflejan que el turismo va cuesta abajo. Las autoridades regionales se conformarían con mantener los niveles 1992.La caída afecta a todos, aunque en mayor medida a los turistas españoles, cuya presencia en Madrid -728.835 visitantes ha disminuido un 5,7% en los cuatro primeros meses de 1993 frente al mismo periodo del 92. Mientras, la llegada de extrajeros -410.137 personas que al menos han pernoctado un noche en la región- se ha reducido en un 1,2%, según los datos que maneja. la directora general de Turismo de la Comunidad, Mercedes Vera.
Ell panorama sigue siendo preocupante para un sector que mueve al año 500.000 millones de pesetas. La hostelería genera en Madrid 70.000 puestos de trabajo directos y otros 30.000 empleos inducidos. Seis de cada 100 pesetas de la riqueza de la región corresponden al turismo.
Viajeros de negocios
La estructura de este sector de la economía madrileña tiene un sello propio. De cada 10 visitantes, siete se encuentran en viaje de negocios y sólo tres son turistas en sentido estricto. "Sobre este tipo de viajeros incide poco la reciente devaluación de la peseta", subraya Mercedes Vera.El presidente de los hoteleros, Jose María Carbó, cree que la depreciación de la moneda no se dejará sentir en los hoteles de las ciudades, aunque sí favorecerá a los establecimientos de la costa, frecuentados por extranjeros. Es una sencilla ecuación: la peseta devaluada equivale a más turistas foráneos y menos salidas de españolas al exterior. Los hoteles de Madrid, con más huéspedes nacionales que extranjeros, no han alcanzado ni el 50% de ocupación en lo que va de año.
El presidente de la Federación Empresarial de Restaurantes, Bares y Cafeterías de Madrid, Lucio Gutiérrez, ve el panorama con pesimismo. "La gente no se gasta un duro. Muchos establecimientos dan desayunos baratos. Vivimos momentos enormemente críticos", asegura. Al retraimiento de los propios madrileños se suma el descenso de visitantes. "Se nota bastante la bajada de extranjeros", dice.
No es sólo el descenso del turismo, es la crisis general lo que trae de cabeza a hoteles, bares y restaurantes. Rebajas de precios en los primeros (un 25% más bajos que los del año pasado, según Carbó) y ofertas atractivas en casi todos los establecimientos. Pero también se han producido ajustes de plantillas.
"Con la crisis no se está destruyendo mucho empleo", sostiene el secretario de hostelería de UGT-Madrid, Juan Baños. "Se han perdido unos 3.000 puestos", calcula su homólogo de CCOO, Antonio Ruda. "La caída no es alarmante", modera el presidente de los hoteleros. Se negocia para evitar expedientes de regulación. El 70% de los empleados son fijos. El despido amenaza sobre todo a los trabajadores eventuales.
En la Dirección General de Turismo intentan paliar la crisis con un plan de promoción. Se trata de llenar lo más posible las 65.000 plazas de alojamiento (92% ubicadas en la capital) con un oferta de cultura, convenciones y negocios. De Madrid, al cielo. Y ahora, más barato.
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