Artistas y museólogos cuestionan en Barcelona la validez de las grandes exposiciones internacionales

La plasmación de identidades culturales y étnicas distintas en el arte contemporáneo, las posibilidades de representación de formas artísticas marginales, minoritarias o periféricas en los grandes centros de arte del mundo y la utilidad de las manifestaciones artísticas de ámbito intemacional como la Bienal de Venecia o la Documenta de Kassel son algunos de los puntos que se debaten en las jornadas Cruce de culturas, que se iniciaron ayer en el Centro Cultural de la Fundación La Caixa en Barcelona y que reúnen a 75 artistas, museólogos y organizadores de exposiciones de todo el mundo.El encuentro es una reflexión sobre el presente y el futuro de la plástica contemporánea a la luz de la diversidad cultural y étnica, y ha sido organizado por Arts International, una división del Instituto de Educación Internacional de Nueva York, y la Fundación La Caixa. El primer día de sesiones estuvo abierto al publico y hoy los ponentes elaborarán las conclusiones.

"Este es un debate en el que las personas que trabajan corno artistas alejados de sus lugares de origen o quienes hemos organizado exposiciones de creadores de otros orígenes culturales tratamos de aprender las lecciones de los últimos años en el diálogo de culturas plásticas", explicó el australiano Charles Merewether, organizador de exposiciones, especialista en arte latinoamericano y moderador de una de las reuniones del simposio. Uno de las temas de análisis es el modo en que algunas exposiciones de culturas minoritarias han influido en el arte contemporáneo.

Las conclusiones que los participantes en el simposio esperan sacar para el futuro se centran, como apuntó Merewether, "en las posibilidades reales de mostrar las distintas manifestaciones culturales plásticas respetándolas y al mismo tiempo sin hacer ejercicios de nacionalismo y sin entrar en discriminaciones políticas". Merewether anticipó que las posturas de los participantes a este respecto "prometen ser muy divergentes". Por su parte, opinó que los grandes acontecimientos artísticos como la Bienal de Venecia "ya no sirven para fomentar el diálogo de culturas porque se convierten en grandes espectáculos que, en el mejor de los casos, permiten ver algunas obras muy importantes".