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Perucho publica en 'Nature' su trabajo sobre el cancer de colon, un descubrimiento en disputa

Nature, considerada la más prestigiosa de las revistas científicas, publicó ayer las investigaciones del español Manuel Perucho sobre un nuevo mecanismo genético del cáncer de colon. Los trabajos de Perucho, realizados en el Instituto de Investigaciones. Biológicas de California (EE UU), son considerados como el avance más espectacular de los últimos años sobre el origen de los tumores malignos. El hecho de que la revista Science publicara hace un mes los trabajos de varios norteamericanos que han llegado al mismo hallazgo basándose en las aportaciones de Perucho, puede llevar a un nuevo caso del tipo Gallo contra Montagnier, enfrentados por las patentes de las pruebas para detectar el sida.

Un resultado previsible de las investigaciones es la puesta a punto de una prueba que permitiría detectar desde el nacimiento a las personas susceptibles de padecer el cáncer de colon más común de tipo hereditario. Manuel Perucho ha manifestado a EL PAÍS que no desea intervenir en la polémica, limitándose a manifestar que considera su situación "un caso un tanto único: la propia revista Science reconoce, en cierta forma, nuestro trabajo en el artículo publicado por ellos en mayo". En defensa de Perucho han mediado ya prestigiosos investigadores, como Mariano Barbacid, quien considera que Perucho está siendo perjudicado por la resistencia de Bert Vogelstein, del Centro de Oncología de la Universidad de John Hopkins, de Baltimore, a reconocer que se nutrió de las aportaciones de este.

Meses antes

Perucho envió su trabajo a Nature el 13 de noviembre de 1992, aunque le ha sido publicado con fecha de envío en febrero de este año y con fecha de aceptación del pasado 5 de abril. Vogelstein, por su parte, envió su artículo a Science tres días más tarde, el 8 de abril, publicándose el 7 de mayo con fecha de aceptación 15 de abril.Es decir, Nature reconoce que tenía el artículo de Perucho meses antes de que Science publicara los trabajos de Vogelstein. Existe la constancia, además, de que Perucho expuso hace un año, en abril de 1992 sus trabajos en Madrid en un encuentro, organizado por la Fundación Ramón Areces al cumplirse 10 años del descubrimiento de los oncogenes, al que asistió Vogelstein.

"Hablé del trabajo, pero no di todos los datos porque no teníamos la certeza absoluta del hallazgo. El descubrimiento se produjo de forma sorprendente, inesperada", afirma Perucho. Sólo dos de los presentes en la sala conocían los detalles: Mike Wigler, profesor suyo al llegar a EE UU, y "Vogelstein, que estaba sentado a mi lado; me preguntó sobre ello y se lo conté", recuerda Perucho.

"Hemos encontrado una serie de tumores en el colon que no tienen una mutación en el oncogen, sino que tienen mutaciones en todos los lados que se les mire", continúa. "Tienen cientos, miles de mutaciones, unas sobre otras. Esto evidencia que hay un mecanismo del cáncer desconocido hasta ahora". Ninguno de los equipos en polémica ha encontrado, sin embargo, el gen causante de esas mutaciones. "Nuestra hipótesis es que esas mutaciones se producen porque existe un gen mutador que es el que predispone al cáncer de colon. Lo que nosotros hemos visto son los síntomas, pero no la causa del tumor", afirma Perucho.

El equipo dirigido por este investigador ha comprobado que esas mutaciones están presentes en las células tumorales, pero está intentando demostrar también si existen en las células sanas. Si se confirma esta última hipótesis, significaría que los hijos de los portadores de ese gen tienen un 50% de probabilidades de tenerlo también. Perucho estima que tardará dos meses en confirmar eso, ya que se necesitan células de personas sanas que tengan esa mutación. Hay dudas también sobre el momento en que empieza a actuar el gen mutante. Si está mutado en la célula germinal, sería una bomba de relojería puesta en marcha desde el primer momento, e imparable. La otra posibilidad es que la mutación del gen se active por causas externas, y, por tanto, pueda no llegar a producirse. Una consecuencia de estos trabajos, por tanto, es que "están acelerando el estudio de la importancia relativa de la herencia con respecto al medio ambiente en el desarrollo del cáncer".

Los investigadores piensan que ese gen mutante puede estar presente en una de cada 200 personas. Se cree que el 65% de ellas tendrá cáncer de colon. El resto pueden tener cáncer en otros órganos.

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