A Fefipe
Te escribo el día después, el día en que de nuevo hemos ganado, y no siento alegría, sino rabia y frustración. Vas a gobernar porque yo y cientos de miles que como yo nos sentíamos orgullosos de ser de izquierdas y votar socialista y que hace unos meses decidimos que ya estaba bien, que esta vez no, al final nos hemos comido nuestro orgullo y nuestra decisión y te hemos entregado lo único que tenemos: nuestro voto.Sabemos que te lo hemos dado no por vuestros aciertos, sino por ese mecanismo reflejo que nos impide, en última instancia, dejar que vuelva la derecha de siempre, y también porque aún creemos -o queremos creer- en ti.Dijiste que habías entendido el mensaje. Mi mensaje, nuestro mensaje, es éste: devuélvenos el orgullo de ser de izquierdas y votar socialista o déjanos. Intentaremos arreglamos solos, y tal vez hasta consigamos que de nuevo justicia, honradez y eficacia sean sinónimos de socialismo democrático.
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