Tudjman advierte del riesgo de una guerra total entre musulmanes y croatas en Bosnia

El presidente de Croacia, Franjo Tudjman, advirtió ayer de] riesgo de una guerra abierta entre los croatas y los musulmanes de Bosnia, a los que acusó de llevar a cabo "una brutal agresión en Bosnia central, una limpieza étnica sin precedentes y la completa destrucción de las localidades croatas en la región de Travnik". En una carta a su homólogo bosnio, Alia Izetbegovic, Tudjman anunció su intención de solicitar una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. El presidente bosnio y Mate Boban, líder de los croatas de Bosnia, han aceptado reunirse el sábado próximo en Ginebra.

El drama de los refugiados croatas que se se entregaron a las fuerzas serbias en su huida de la ofensiva musulmana en Bosnia subió de tono ayer al conocerse que unos 750 hombres, soldados en su mayoría, fueron separados de las mujeres y niños para ser internados en el tristemente célebre campo de concentración de Manjaca, que había sido desmantelado por los serbios a finales del verano pasado." En principio, los civiles varones que no hayan participado en actividades militares serán liberados", declaró él coronel serbio Gojko Vujnovic. Los líderes serbios; de Bosnia anunciaron que los; soldados croatas que se entregaron serán utilizados en futuros; intercambios de prisioneros.

Unos 1.500 refugiados croatas de Bosnia central empezaron a ser trasladados en camiones y automóviles particulares desde el monte Vlasic, controlado por las fuerzas serbias, a la ciudad de Novska, donde serán entregados a las autoridades croatas. La operación durará dos días, según las previsiones de los organizadores que están llevando a cabo la evacuación.

Muchos de los refugiados huyeron por su propio pie aterrorizados y sin ninguna pertenencia, y declararon que sus viviendas en los pequeños pueblos alrededor de Travnik fueron incendiadas durante la ofensiva musulmana. "Los musulmanes eran mis vecinos. De repente empezaron los disparos durante la noche. Nadie sabía quién disparaba contra quién", decía Vlado Bilic, de 38 años, soldado croata de la localidad de Kalibuna que se recupera de sus heridas en el hospital de Banja Luka. "Después se produjo la gigantesca ofensiva musulmana. Kalibuna era mi hogar, pero no pienso regresar allí mientras siga bajo control musulmári", añadía el soldado.

Mientras las fuerzas musulmanes decidieron ayer cesar en sus ataques contra los croatas en el valle de Lasva y en las localidades de Novi Travnik y Vitez, los esfuerzos del general Philippe Morillon, comandante de las fuerzas de la ONU, para conseguir un alto el fuego fracasaron. El comandante de los fuerzas croatas, Milivoj Petkovic, rechazó entrevistarse con el enviado del Ejército bosnio, Stepan Siber, en la ciudad de Kiseljak. Petkovic acusó al Gobierno de Sarajevo de abandonar la defensa de sus enclaves en Bosnia oriental para trasladar a sus hombres a Bosnia central.

"Se están rindiendo en todas aquellas áreas y trasladando a sus hombres aquí, para combatir contra los croatas. Ya no se trata de un conflicto, sino de una guerra a gran escala", añadió el jefe militar croata.