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La arquitectura pura de Arne Jacobsen se expone en Madrid

La muestra se completa con sillas y textiles

La arquitectura y el diseño de Arne Jacobsen (Copenhague, 1902-1971) se exponen desde hoy, y hasta el 18 de julio, en la sala del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, en Madrid (paseo de la Castellana, 67), a través de dibujos, planos, fotografías, maquetas, objetos y textiles. La muestra se presentará en Sevilla y Barcelona.

"Jacobsen es un maestro indiscutible del siglo XX", declaró ayer el arquitecto Álvaro Soto, autor con Javier Maroto del diseño de la exposición, organizada por la Escuela de Arquitectura de Aarhus y el Centro Danés de Arquitectura y Exportación de Construcción, y en Madrid por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Para su montaje en Madrid se han unido a los materiales originales una parte de la producción de diseño, con sillas, telas, cubiertos y objetos de baño.Una reproducción en madera de la cubierta de la estación de servicio de Skovshoved, construida en 19371 también figura en el montaje; según sus autores, han querido ofrecer una visión global de la arquitectura pura y racional de Jacobsen. La muestra se montará también en Sevilla, en el mes de septiembre, y en Barcelona, a finales de año.

La parte gráfica de los dibujos y planos de los proyectos se presenta de una forma cronológica, que se inicia con el proyecto para el concurso sobre la Casa del Futuro en 1929, realizado a los dos años de graduarse en la Escuela de Bellas Artes. En este proyecto se sitúa su ruptura con el neoclasicismo que impregnaba la arquitectura nórdica y su incorporación al movimiento moderno, con las características específicas del funcionalismo.

Gran constructor

En los años treinta participó en numerosos concursos, con proyectos dominados por los aspectos funcionales y simbólicos. En estos años se suceden la urbanización de la zona de playa de Belleuve, el complejo residencial de Bellavista y el Ayuntamiento de Aarhus. Su obra más completa es el hotel Royal SAS, de Copenhague, construido en 1959, en el que diseña también su equipamiento (sillas, sillones, cubertería, ceniceros), considerado como el resultado de una unión entre la industria y la artesanía, lo íntimo y lo monumental, lo nacional y lo internacional, con una mezcla de materiales, color y formas. En este hotel se presentaron por primera vez los sillones Huevo y Cisne."Los edificios se Jacobsen están fantásticamente acabados, y eso se nota también en los objetos de diseño, con unas piezas muy refinadas, en la misma línea de un Aalto o un Saarinen", declara Álvaro Soto.

"Hay algo muy sorprendente en Jacobsen, y es su capacidad constructiva", añade. "Es un gran constructor, con una enorme sabiduría sobre el espacio; por eso sigue siendo una de las figuras actuales de la arquitectura europea, en la línea más pura del movimiento moderno. Si a su capacidad de crear un espacio racional se une la posibilidad de construirlo es que estamos ante la lección de un maestro indiscutible del siglo XX".

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