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Óscar Tusquets reformará el centro de la ciudad holandesa de Den Bosch

El proyecto recrea el carácter del reciente urbanismo barcelonés

El centro de la ciudad holandesa de Den Bosch, lugar natal del pintor Hyeronimus Bosch, El Bosco, será reformado por dos despachos arquitectónicos barceloneses: el de Oscar Tusquets y Carlos Díaz y el dirigido por Beth Galí. El encargo valoró las intervenciones a pequeña escala y el respeto por el entorno del urbanismo barcelonés de los últimos años. El proyecto cuenta con un presupuesto de 3.000 millones de pesetas.

La reforma del centro urbano de Den Bosch es un proyecto urbanístico y arquitectónico en el que participan el banco Nationale Nederlanden y varias empresas más, agrupadas en el consorcio Multi-Development Corporation."El proceso de selección de los arquitectos" explica Óscar Tusquets, "tiene similitudes con el que se siguió en Barcelona para la concesión de los proyectos emprendidos con motivo de los Juegos Olímpicos. Los promotores tenían una lista en la que figuraban varios arquitectos españoles, entre ellos Rafael Moneo, Lluís Clotet y los sevillanos Cruz-Ortiz, autores de la estación de Santa Justa".

Tanto Beth Galí como Tusquets y Díaz están convencidos de que el renombre del urbanismo barcelonés es la causa principal de que los promotores y el municipio de Den Bosch se inclinaran por ellos.

"Existe la idea", opina Óscar Tusquets, "de que en Barcelona sabemos hacer arquitectura y urbanismo de escala pequeña y trabajar en un tejido urbano antiguo sin destrozarlo".

La operación urbanística de Den Bosch es un intento de armonizar el casco antiguo de la ciudad, compuesto por inmuebles pequeños, y los barrios exteriores, urbanizados en los años 50 y 60.

Del círculo al cuadrado

El encargo hecho a los dos despachos arquitectónicos barceloneses consiste en la construcción de dos edificios importantes a menos de doscientos metros del centro histórico de la ciudad.Uno de esos edificios debía ser en principio circular, de modo que, junto con el otro, formaban una especie de punto de admiración, pero Tusquets-Díaz decidieron darle forma cuadrada para que se imbrique mejor con la construcción de Galí y con el resto de la trama urbana de la zona, por la que pasa un canal.

"Ellos querían algo que recordase a una arena o a una plaza circular italiana", dice Tusquets, "pero vimos que un edificio circular hubiera presentado múltiples problemas. De un lado, dejaba zonas innecesariamente vacías y de otro, era de difícil resolución interna".

Beth Galí explica que su proyecto es un "edificio de galerías comerciales, que los promotores querían porticado, pero les convencí de que los pórticos, en una ciudad de clima frío, tienden a infrautilizarse y degradarse. Mi propuesta es un edificio muy introvertido, cuya fachada es respetuosa con el entorno y en el que la actividad se realiza hacia adentro. También se trata de ordenar el habitual caos de las galerías comerciales".

Una de las características de este proyecto es la relativa rapidez de la ejecución. Las principales decisiones urbanísticas deben estar tomadas antes de un mes; la ciudad y los promotores necesitarán casi un año más para realizar los trámites necesarios y a mediados de 1994 comenzarán las obras.

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