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EL PRECIO DE LA REFORMA EN RUSIA

Jasbulátov representará y al Parlamento ruso en la Conferencia Constitucional del sábado

Pilar Bonet

El jefe del Parlamento ruso, Ruslán Jasbulátov, estará entre los más de 600 participantes que inaugurarán mañana en Moscú la Conferencia Constitucional, nuevo organismo que el presidente Borís Yeltsin concibió como alternativa al legislativo para elaborar la nueva ley fundamental. El Sóviet Supremo eligió ayer a Jasbulátov para encabezar la representación parlamentaria en la reunión. Este foro estará dividido en cinco estamentos, que pretenden representar a todos los sectores de la sociedad, y durará hasta el 16 de junio.

Yeltsin dijo ayer que no esperaba una "victoria fácil" en la Conferencia Constitucional. Las dificultades residen, según el presidente, en la gran variedad de participantes. Entre ellos se cuentan los líderes de las unidades territoriales de Rusia, de los partidos y organizaciones políticas, de los empresarios y de otros grupos sociales.El presidente confía en controlar las labores de la conferencia con un estricto reglamento. Yeltsin, el viceprimer ministro Serguéi Shajrái y el jurista Serguéi Aléxiev pronunciarán sendos discursos en una sesión plenaria inicial. Después, los participantes debatirán por secciones los puntos del proyecto presidencial. Un papel importante corresponde al grupo de coordinadores de cada sección. De los representantes, de las unidades territoriales rusas, la sección más conflictiva, se encargará el infatigable abogado Serguéi Shajrái, el cerebro del equipo yeltsinista. Junto a él, estarán Víctor Stepánov, el líder de la reivindicativa república de Karelia, y Anatoli Tiazhlov, jefe de la Administración de la provincia de Moscú, cuyos diputados se plantean devolver el nombre de Moscovia (la denominación del antiguo principado ruso) a la región capitalina.

La función clave dentro de la Conferencia Constitucional corresponderá a una comisión de trabajo que recogerá todas las. enmiendas y presentará el proyecto definitivo al presidente el 15 de junio. A partir de ahí se abre la incógnita sobre quién deberá adoptar la ley fundamental.

El acceso de los medios de comunicación a la Conferencia Consititucional será muy restringido y el sistema de información previsto, a base de ruedas de prensa fuera del Kremlin, recuerda al utilizado por el Partido Comunista de la URSS para informar sobre los plenos del Comité Central. Medios del entorno de Yeltsin han dado señales de estar dispuestos a negociar algunos puntos del borrador presidencial para vencer la hostilidad de las provincias, que piden equiparación de derechos con las repúblicas rusas.

Una mayor exactitud en las competencias reservadas al presidente y en la división de poderes de los órganos superiores del Estado podría también ampliar el apoyo al borrador de Borís Yeltsin.

Ayer, el secretario de la Comisión Constitucional del Sóviet Supremo, Oleg Rumiantsev, insistía, sin embargo, en que la nueva Constitución debe ser el fruto de la refundición de los dos principales borradores, es decir, el del presidente, Borís Yeltsin, y el del Parlamento ruso.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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