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Entrevista:ELECCIONES 6 JUNIO

"No negociaremos con la independencia en la mano"

Texto: José Luis BarberíaXabier Arzalluz plantea tres condiciones para colaboraren la formación del próximo Gobierno español: la revisión de la actual política económica, el apoyo decidido a la industria y el pleno desarrollo del Estatuto vasco. El presidente del PNV no descarta que esa colaboración se plasme en la inclusión en el Ejecutivo de un ministro de su partido.

Pregunta. Felipe: González ha insinuado que para formar un gobierno con los nacionalistas es preciso que éstos adopten una visión del conjunto de España. ¿El PNV tiene esa visión?

Respuesta. La visión del PNV es que nuestra economía nuestra industria está dentro de eso que ellos llaman España y nosotros Estado español. Vemos que los próximos cuatro años van a ser decisivos para lo que yo llamo la revolución europea. Y el sistema autonómico es una ley que afecta a todos los miembros del Estado español y que debe ser cumplida, ya, en todos sus términos y con carácter general. Comprendemos que el Gobierno central no puede gobernar de manera distinta en función de los diferentes territorios. Por éso me molesta que Aznar haya dicho que él está dispuesto a pactar la reindustrialización de Euskadi. No, no, nosotros no pedimos eso. Lo que pedimos es una política industrial seria. Debe quedar claro que nosotros no vamos a ir con la independencia en la mano a una hipotética negociación.

P. Con la salvedad de la presencia de Manuel de Ir o en el Gobierno de la República, como ministro de Justicia, el PNV jamás se ha sentido comprometido con la organización del Estado. ¿El cierre del proceso autonómico vasco puede modificar esa actitud?

R. Yo no supedito una cosa a la otra. Desde el punto de vista sentimental, está claro que para nosotros, los nacionalistas, la participación en un Gobierno central resulta algo ajeno. Pero, el problema práctico, que es el que yo enfoco, es que disponer de un ministro en el Gobierno central implica estar de acuerdo, casi diría que en un 100%, con la política de ese gobierno. Tampoco es que contar con un ministerio sea el no va más de nuestras aspiraciones. Los apoyos se pueden hacer en un nivel menos comprometido. Por ejemplo, a través de un acuerdo parlamentario que, pongo por caso, nos permita mostrar nuestro desacuerdo con el aborto o con un determinado punto de la visión europea. Es una fórmula que permite al partido mayoritario cubrir sus flancos por otras vías. No sé lo que va a pasar, pero me preocupa que se cree una impresión falsa sobre nuestra actitud. Mire usted: no somos chantajistas, nuestro peso electoral en el conjunto del Estado es modestísimo y por lo tanto tras el 6 de junio sólo nos cabe esperar a ver si nos llaman.

P. ¿Hay que descartar, por tanto, la presencia de su partido en el Gobierno?

R. No descarto nada, porque no sé qué es lo que pedirán de nosotros.

P. ¿Hasta qué punto está justificada la idea de que los nacionalistas buscan sus exclusivos intereses y se desentienden de todo lo demás?

R. Depende de cómo se entienda. Hoy todo el mundo va a la suyo. ¿O no? Somos un partido democrático creado para hacer política en el ámbito propio de lo que cree que es su nación. Deducir de ahí que todo lo demás no nos interesa... Tampoco somos estúpidos. Para nosotros, el nacionalismo es lo primero, pero no lo único. No somos cretinos.

P. El PNV siempre ha hecho gala de europeismo. ¿Se puede ser vasco y europeo sin sentirse también implicado en eso que se llama España o Estado español? ¿Nunca se ha sentido algo español, no sé, un día a la semana, o un segundo al mes?

R. Si yo no fuera vasco seguiría siendo igual de europeista. Lo único que lamento es que las cosas vayan tan lentamente. Como vasco nacionalista, la percepción que yo tengo es que de cara al futuro hay estructuras anteriores que ya no me sirven. Ya no necesito que nadie me defienda, ni tampoco necesito estar sometido a regímenes aduaneros que, por cierto, nos fueron impuestos. Voy a entrar en un mercado mucho más amplio. Yo no siento el patriotismo español. De todas formas, no puedo ignorar que en esa Europa que se está construyendo, la relación de Euskadi con el Estado español va a ser constante, incluso en el caso de que Euskadi se organice en Europa fuera del Estado español.

P. ¿Es la recuperación económica el objetivo prioritario del PNV?

R. Sí, pero no es una cuestión de coyuntura. Llevamos mucho tiempo pensando en cómo salvarnos de la quema, cómo vamos a sobrevivir dentro de un mercado y un mundo productivo europeos mejor organizados.

P. Así que cualquier acuerdo postelectoral pasaría por un compromiso sobre la política económica. ¿Estamos hablando también del Banco Vasco?

R. Éso se está magnificando. El Banco Vasco no va a tener problemas porque, sencillamente, Madrid no va a ceder en el tema de los coeficientes de caja, que es lo que les preocupa. Nosotros queremos que el Banco Vasco sea un instrumento para racionalizar los propios movimientos financieros del Gobierno de aquí. Éso es lo que va a hacer el Banco Vasco y no va a poder hacer más. No molesta a nadie.

P. Y en materia económica, ¿cuáles son los elementos fundamentales de ese posible pacto?

R. La revisión de la política económica y una mayor y más decidida actuación en materia productiva, muy especialmente en la industria. Lo productivo ha sido, en general, abandonado. Han hecho como aquello de, "que piensen otros", que denunciaba Unamuno. Aquí , han dicho lo de "que produzcan otros" y han instalado una cultura peligrosísima de servicios y del yuppismo.

P. ¿Una alianza con el PP no resultaría dificil de digerir para sus bases?

R. Depende de las condiciones en que se hiciera esa alianza. Sentimentalmente, pues sí, porque muchos nacionalistas ven en el PP a la derecha española de siempre. Pero creo que también existe el pragmatismo en nuestra gente y todo depende de los planteamientos que se hagan. Eso lo decidirá nuestra asamblea nacional, con participación de las bases.

P. Su presencia en Aquisgrán, en la entrega del Premio Carlomagno a Felipe González, y el hecho de que haya marcado diferencias entre la derecha francesa y la española, a favor de la primera, ¿ilustran las preferencias del PNV?

R. Bueno, no creo que haya insistido mucho en eso. Pero es de cajón que la derecha francesa tiene una tradición democrática. Aquí, en cambio, ha habido una dictadura de 40 años que no ha contado precisamente con el apoyo de la izquierda. Ahora resulta que, de repente, aquí no hay extrema derecha ni nada, sino sólo centro-derecha. Acepto la realidad democrática de estos caballeros que quieren trasmitirnos la idea de que no tienen nada que ver con el régimen anterior. Tampoco temo la involución, estamos en Europa.

P. Usted ha subrayado que la corrupción política no ha surgido por generación espontánea y denunciado actitudes de fariseismo ante este asunto. Eso se ha interpretado como un gesto dirigido a arropar al PSOE en un momento delicado de pérdida de credibilidad. ¿El PNV está alarmado por la posibilidad de un triunfo clamoroso del Partido Popular?

R. A mí me hicieron esa pregunta sobre Filesa en Barcelona y yo respondí sinceramente, sin querer considerar si estábamos o no en campaña electoral. No siempre se puede decir la verdad, pero lo que no se puede hacer es mentir. Me limité a señalar que no es cierto que los socialistas hayan traído la corrupción. Lo que hay que haceres establecer, de una vez, los mecanismos de financiación de los partidos políticos, porque eso es algo sustancial para el sistema de mocrático. No podemos llevar a la so ciedad a una situación de hipocresía colectiva. Sabiendo lo que todos sabemos, no es honesto, ni decente, en esta situación, centrar una campaña electoral en el abuso, supuesto o real, de un partido. Yo no digo que el juez tenga que pasarlo por alto. Si hay una denuncia, tendrá que investigar. Pero que los demás este mos en esa actitud... A mí no me parece decente, ni me parece forma de llevar un país adelante, ni de ser honestos con la realidad y con la chapuza de la que una u otra manera, quien más, quien menos, todos somos responsables.

P. ¿Ve un país ingobernable tras el 6 de junio?

R. No, en un sistema proporcional, lo anómalo es lo que se ha producido hasta ahora: que un partido esté con mayoría absoluta en el poder durante 10 años. Sólo me lo explico por una falta de madurez democrática entre la población y, sobre todo, por la forma en que desapareció la UCD, que estalló como una granada y no quedó nada. Lo normal es lo que va suceder. No hay más que echar un vistazo al exterior.

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