Falta un ángel

María de las Mercedes abandonó Sevilla y el mundo de los vivos. Alfonso XII, triste de sí, no tenía donde llorar a su amada prima y se desvivió para que La Almudena, destinada a ser panteón de la reina, se construyese. Con Mercedes tan cerca de palacio, quizá su desconsuelo hallaría reposo."Al entrar bajo las bóvedas de este templo", dijo el rey al colocar la primera piedra del templo, "orad por la memoria de aquel ángel que está en el cielo y a quien se debe la iniciativa de esta idea".

Pero el ángel fue inhumado en una capilla del monasterio de El Escorial -no en el panteón porque no dejó descendencia-, y Alfonso murió sin ver realizado su deseo.

El nombre de María de las Mercedes pasó a la historia en coplas románticas, y ni los que se oponían a su boda con Alfonso XII se resistieron a sus encantos. "Los ángeles no se discuten", dijo Claudio Moyano, disconforme con la boda, en referencia a la novia.

"La historia nos juzgará duramente si no traemos sus restos a la Almudena", dice José Félix de Vicente, director de patrimonio del arzobispado de Madrid. El director de la Fundación Villa y Corte, Ángel Manuel García, quiere que al menos se coloque una placa a la entrada del templo que recuerde la bella frase del rey.