El ministro de Defensa de Guatemala apoya el 'autogolpe' de Serrano Elías

El ministro de Defensa de Guatemala, Juan Domingo García Samayoa, aseguró ayer que el Ejército respalda unido el autogolpe del presidente Jorge Serrano Elías, que justificó como respuesta a una conspiración que, de haber prosperado, habría llevado al país al caos. García Samayoa descartaba así que se estuvieran produciendo divisiones dentro de la institución Militar, donde un sector de la oficialidad estaba, supuestamente, barajando la posibilidad de romper con el jefe del Estado ante el aislamiento del país.

Medios diplomáticos extranjeros señalaron que las declaraciones de García Samayoa había que entenderlas dentro de un contexto de personas agradecidas al presidente, como es su caso, ya que se trata de uno de los ministros de Gobierno que han optado por mantenerse unidos a Serrano en su decisión suicida de privar al país de sus derechos constitucionales.En este sentido, precisaron que García Samayoa es un hombre sin mucho poder dentro de la institución militar y no dieron crédito a otras revelaciones suyas que apuntan que el narcotráfico pudiera encontrarse entre esas causas misteriosas a las que aludió el presidente Serrano como parte de la supuesta conspiración que cree que existe contra su persona.

Las declaraciones del ministro de Defensa se producen en un momento de confusión dentro del Ejército, a quien las instituciones repudiadas por Serrano, como el propio Congreso, en, la clandestinidad, o la Corte Suprema de Justicia están animando para que encabece un contragolpe que devuelva al país la legalidad constitucional, lo que generaría mejor imagen de la que actualmente tiene la institución castrense.

Muchos jefes y oficiales, dada la discreción con que el Ejército está actuando, son receptivos a estos mensajes. Otros, sin embargo, se han mostrado ya manifiestamente en contra de Serrano, alineándose así con organizaciones tan poco sospechosa como la patronal guatemalteca, cuyo repudio al golpe se considera clave en este proceso de reinstauración democrática.

La revista Crónica, a través de los pocos ejemplares que han podido sortear la fuerte mordaza informativa que sufre el país, ofrece una versión del autogolpe en la que sitúa al Ejército como víctima de una maniobra de embaucación por parte de Serrano. El presidente se sintió supuestamente amenazado por la posibilidad de que un tribunal repitiera con él un proceso de corrupción similar al del venezolano Carlos Andrés Pérez.

En este sentido, señala que la inteligencia militar (G-2) se enteró del autogolpe a las tres de la madrugada del martes, cuando ya todo estaba en marcha y cuando en la Fuerza Aérea se recibió una lista de 15 personas, entre ellas 12 periodistas, que se pretendía evitar que salieran del país.