"El secretario general de Filesa no puede limpiar la corrupcion", opina Aznar

José María Aznar arremetió ayer con dureza contra "los frustrados de] 68, los nuevos ricos del poder socialista" y se preguntó con qué derecho "van por ahí perdonando la vida a los demás", antes de sentenciar ante los 6.000 asistentes a su mitin de Gijón que el "secretario general de Filesa" no puede limpiar España de corrupción. Horas antes, en un acto celebrado en Oviedo ante estudiantes de Economía, el dirigente popular calificó de intolerable que se le acuse de tratar de "vender España a los nacionalismos", y agregó: "No voy a gobernar España a cualquier precio. Yo sólo pacto con los ciudadanos".

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, había asegurado en la cadena SER por la mañana que Aznar hace el saludo fascista en algunos actos y se había preguntado para qué quiere gobernar España. El candidato de los populares, algo afónico, contestó acusando a Guerra de haber aplaudido el aplastamiento de la primavera de Praga por los carros blindados soviéticos.José María Aznar no dejó títere con cabeza en el campo socialista durante la primera parte de su intervención en el Palacio Municipal de Deportes de Gijón, repleto de público. A Guerra le incluyó, aunque sin citarle, en una camarilla de la que dijo que lloraba el fracaso de la revolución parisina pero, en cambio, aplaudía la entrada de los tanques soviéticos en Praga. "Y encima, cuando sus ideas no aguantan ni resisten", agregó, "cuando la política, la razón, la economía y la sociedad han barrido todas sus certidumbres, se permiten preguntarnos para qué queremos gobernar España".

Por Fin le llegó el turno a Felipe González, cuyos amigos ideológicos, según su oponente, pueden quedar representados en Bettino Craxi, que "no va mal", y en América, Carlos Andrés Pérez, a quién "para no ser una excepción entre los socialistas, también le han procesado por corrupción". "¿Es que el secretario general de Filesa va a limpiar España de corrupción?", se preguntó Aznar. "Eso no se lo cree nadie". Tras pasar factura al jefe del Gobierno, el líder del PP proclamó que en una democracia, cuando un Gobierno fracasa, "se le quita, como ocurrió en Francia y ocurrirá en España el 6 de junio".

Venerables republicanos

Los populares han empezado a concretar su proclamada intención de apertura y ruptura de límites ideológicos con citas de políticos y personalidades de la izquierda histórica. Aznar quiere subrayar que quien apela al pasado para evocar viejos demonios y "dividir a los españoles" es Felipe González, mientras que el ejercita la reconciliación.

El secretario general del partido, Francisco Alvarez Cascos, exigió de nuevo responsabilidades políticas a González, esgrimiendo una cita del socialista vasco Indalecio Prieto, "que pedía una España libre de señoritos crapulosos que vivan a costa del esfuerzo ajeno". El propio Aznar remató ayer su discurso con palabras de Manuel Azaña, aunque sin mencionar el nombre del presidente republicano. Confesó su admiración por "un político importante" y "un gran español", pese a sus "equivocaciones importantes", que en momentos de dificultad dijo: "Ha llegado el momento de poner pecho al por venir y de revestirnos de arrojo ¿Para: qué? Pues nada menos que para saludar juntos, todos los españoles juntos, todas las auroras que quieran desplegar sus párpados sobre el cielo de España".

Durante su encuentro con los estudiantes de Oviedo, en el que estuvo presente su esposa, Ana Botellla, el presidente del PP desarrolló su postura de no pactar con los nacionalistas a cualquier precio, informa Javier Cuartas Aseguró que su partido no, pone condiciones previas para negociar posibles pactos poselectorales, pero pidió que tampoco se las pongan a él. "No es el momento de poner condiciones, sino de aportar soluciones".

Sobre el terrorismo, José María Aznar subrayó que la reinserción no puede ser "una oferta de rebaja. Es un acto de contenido político que tiene que tener como límite la comisión de delitos de sangre. Un Gobierno que yo presida", advirtió, "nunca va a reinsertar a los terroristas que perpetraron las matanzas de Zaragoza o de Hipercor".