_
_
_
_

Patrimonio Nacional torpedea la reforma de la plaza de Oriente porque aísla al Palacio Real

Juan Carlos Sanz

El vecino con más ventanas a la plaza de Oriente ha puesto en entredicho la reforma proyectada por el arquitecto Miguel de Oriol para eliminar el tráfico en la zona. Un informe técnico encargado por el Patrimonio Nacional a un equipo de urbanistas y sociólogos concluye que la excavación de un túnel y un aparcamiento para autocares y turismos es innecesaria, agravará la congestión del tráfico y dejará aislado al Palacio Real. El organismo que lo gestiona cree que peligra el acceso diario de 500 coches de autoridades y funcionarios y que la seguridad se puede ver comprometida en su entorno.

Más información
Bellas Artes vota en secreto el proyecto de Miguel de Oriol

A principios de este año, el Patrimonio Nacional encargó un informe a un equipo independiente de arquitectos, ingenieros y sociólogos sobre el impacto de la reforma de la plaza de Oriente en el Palacio Real. El Patrimonio Nacional es un organismo vinculado al Ministerio de Relaciones con las Cortes y de la. Secretaría del Gobierno que gestiona los bienes destinados al uso de la Corona.Las conclusiones del estudio suponen un rosario de críticas y reparos al proyecto de Oriol, que desde su primer diseño, en 1983, ha sufrido constantes modificaciones. En la última versión conocida, el arquitecto plantea una gran plaza sólo para peatones y un pasó Inferior bajo la calle de Bailén. El túnel conecta con una red de tráfico subterráneo en torno a dos plantas de aparcamientos para 40 autocares y 670 turismos. En total cuesta 5.000 millones, de los que 3.000 salen de las arcas municipales.

El documento del estudio de impacto del proyecto sobre su entorno -que sí se ha podido consultar para elaborar esta información- alerta en primer lugar sobre el riesgo de concentración de grupos marginales en la plaza de Oriente, que dejaría de ser un "espacio de convivencia" para convertirse en un "punto de congestión y trasiego circulatorio". Los sociólogos han marcado en un mapa del distrito de Centro las áreas cercanas a la plaza donde actúan carteristas, prostitutas y traficantes de droga. Los mendigos suben a diario por la cuesta de San Vicente, desde los albergues de la Casa de Campo, hasta la Gran Vía.

500 coches diariosEs como una montaña rusa de túneles y pasos elevados explica un técnico. El túnel de Bailén incrementaría en un 8% (4.500 coches) el tráfico diario en ese tramo del primer cinturón de ronda.La construcción de aparcamientos subterráneos y de una red de circulación en el subsuelo es abiertamente cuestionada. Por ejemplo, una salida en rampa por la estrecha calle de Carlos III, que bordea el Teatro Real, obligaría a cambiar el sentido del tráfico en la calle del Arenal y a reordenar el tráfico en todo el centro.

"El diseño de Oriol es como un pequeño Azca, con soluciones de tráfico muy complejas", apuntan los técnicos. La circulación interior, tramada con los accesos a los estacionamientos, generaría constantes congestiones.

Otro reparo. En la plaza de Oriente sólo se necesitan 20 o 25 plazas de aparcamiento para autocares, según los aforos máximos registrados en Semana Santa. El proyecto de Oriol preveía 96 dársenas de autobuses, aunque después el Ayuntamiento lo rebajó a 30 o 40 plazas.

Al mismo tiempo, el número de plazas reservadas para turismos -670- también se juzga excesivo. El informe destaca que si se reserva la plaza a los peatones desaparecen unas 250 plazas de estacionamiento en superficie, en un lugar donde aún quedan algunos huecos libres por la noche. Tampoco la idea de aprovechar las plantas subterráneas para instalar un aparcamiento de residentes, a la vista del bajo nivel económico de los residentes en el casco viejo, es aconsejable según los técnicos que han asesorado al Patrimonio Nacional.

En resumen, si se adopta una solución urbanística que cierre al tráfico la plaza de Oriente, la "necesidad real" de aparcamiento no superaría las 250 plazas de turismos y 25 de autocares. El proyecto de Oriol cuenta con varias ventajas: limpia de coches la plaza, elimina el ruido y el impacto visual de la circulación. Pero tiene inconvenientes que no compensan sus virtudes: siembra de rampas -"heridas urbanas"- el barrio, tolera uña estación de autobuses en el centro y congestiona el tráfico.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_