La democracia esta amenazada en Occidente, según el IPI
La constatación de que todavía se sigue muriendo por la libertad de prensa y de que la democracia está amenazada en Occidente fue una de las conclusiones de la 42ª asamblea general del Instituto Internacional de Prensa (IPI), que acaba de celebrarse en Venecia.
Tres temas políticos, además de los específicos de la prensa, centraron los debates durante todas las jornadas: el drama de Bosnia, la amenaza de vuelta a la dictadura en los antiguos países del Este comunista y el diálogo de paz entre judíos y palestinos.Elie Wiesel, premio Nobel de la Paz, judío, escritor y catedrático de Filosofía, que pasó una parte de su vida en el campo nazi de concentración de Buchenwald, fue tajante sobre Bosnia: "Si Europa siguiera insensible ante esa tragedia, no tendrá futuro". El Nobel de la Paz habló mucho de guerra y señaló que está a favor de una intervención militar en la ex Yugoslavia, "donde el conflicto está en sus inicios y no al final". Wiesel, que tuvo un encuentro con el presidente norteamericano, Clinton, la semana pasada sobre este asunto, dijo: "Lo que he visto con mis ojos en Bosnia es tan atroz que ya no puede tolerarse. Desde entonces no consigo, dormir".
Wiesel fue también muy duro contra Alemania por su debilidad frente al resurgir del nazismo en aquel país, al mismo tiempo que confesó su esperanza en los jóvenes de la nueva Alemania. Precisamente hace unos días fue aclamado por 300.000 jóvenes austriacos, a quienes les habló de los nuevos horizontes de una Europa democrática y unida.
Ejército de la paz
El fundador de Médicos Sin Fronteras, Bernard Kouchner, abogó a su vez por la creación de una fuerza permanente de la ONU, constituida con una cuota de los presupuestos militares de todas las naciones miembros. Sería, dijo, una especie de "Ejército de los derechos humanos" que le quitaría a EE UU la necesidad de ser la principal "portadora de paz mundial", lo cual evitaría al mismo tiempo en el Tercer Mundo el miedo a injerencias neocolonialistas.
Desde el mundo del ex comunismo, Galina Starovoytova, historiadora y socióloga de San Petersburgo, copresidenta de Rusia Democrática, fue tajante: "Estamos en la Rusia de Weimar", Y añadió: "Incumbe sobre nosotros involuciones hitlerianas y de marcha sobre Roma. Yeltsin no lo comparte, pero nosotros intentamos ponerle en guardia. La historia no se repite, pero existe un fascismo ruso en incubación".
Durante una cena organizada por el director saliente del IPI, Peter Galliner, que ha estado al frente de este organismo durante 18 años, Starovoytova, que se sentaba al lado del Nobel de la Paz Wiesel, puso mucho énfasis en afirmar que Gorbachov está "políticamente muerto", y que Yeltsin, del que la socióloga fue asesora, puede aún durar mucho, ya que no tiene por ahora recambio.
En la asamblea del IPI se suscitó un vivo debate sobre el problema palestino entre representantes de varios periódicos.
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