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El candidato colorado Wasmosy se perfila como vencedor electoral en Paraguay

Los primeros sondeos a pie de urna de la emisora Radio Ñandutí, al cierre de los colegios electorales en Paraguay, daban al ingeniero de 54 años Juan Carlos Wasmosy, de la Asociación Nacional Republicana Partido Colorado, como vencedor de la elección presidencial con un 31% de votos. En segundo lugar coloca el sondeo al candidato del movimiento Encuentro Nacional, el abogado y empresario de 49 años Guillermo Caballero, con un 29%. Por último, Domingo Laíno, abogado de 57 años, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), con un 28%, queda en tercer lugar, según este sondeo.

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ENVIADO ESPECIAL, Las encuestas de otras dos emisoras Radio Cardinal y 1 de Marzo confirmaban con ligeras variantes, el resultado de Radio Ñandutí. Los liberales del PLIZA consideran, según sus cálculos, que ganaron la elección. La cifra de un 12%, que no respondió a la encuesta a pie de urna de Radio Nandutí, podría incrementar la ventaja de Wasmosy, porque los colorados habían recomendado a sus seguidores no responder a las encuestas.Los colorados empezaron a festejar en los alrededores de su sede, en el centro de Asunción, pero lo mismo hacían los liberales del PLRA, que aclamaban a Laíno como presidente. Según los sondeos del PLRA, Laíno había sido el candidato más votado. Laíno pronunció unas palabras en las que se consideraba como electo y anunciaba el inicio de una nueva época en Paraguay. No obstante, el primer candidato a diputado por Asunción del PLRA, Hermes Saguier, apeló a los liberales para que no festejasen una supuesta victoria y les pidió esperar con calma los cómputos oficiales.

Esta indefinición, si no se aclara pronto, puede abrir un periodo de inquietud en Paraguay. En la tarde de ayer colorados y liberales celebraban como vencedores el resultado de los comicios y se temía que pudiesen producirse choques entre seguidores de Laíno y de Wasmosy.

Con un margen tan escaso, resulta casi imposible arrebatarle el triunfo a los colorados, que constituyen una auténtica maquinaria que no repara en nada a la hora de ganar como sea una elección.

Un atentado terrorista contra un canal de televisión favorable a la oposición y la prohibición judicial de ingresar al país a los paraguayos residentes en Argentina se consideraban indicios de la voluntad del Partido Colorado de defender, con uñas y dientes, el poder que ejerce desde el año 1948. El temor al fraude flotaba sobre las elecciones presidenciales y legislativas, que se celebraron ayer en Paraguay, y ofrecían a los casi 1,7 millones de votantes la posibilidad de elegir un presidente civil por primera vez tras casi 40 años.

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Hasta el cierre de las urnas a las 17.00 [23.00 en España], tras 10 horas de votación, sólo se habían registrado incidentes aislados propios de cualquier proceso electoral. Los tres candidatos con posibilidades de ganar la presidencia se saludaron y desearon suerte a través de un programa de televisión, que los conectó y permitió dialogar en vivo y en directo por la mañana.

Presencia de Jimmy Carter

Los tres candidatos se reunieron de nuevo, pasado el mediodía, en un almuerzo con el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, quien acudió a Paraguay al frente de un equipo de observadores encargados de vigilar la limpieza de la votación. Al concluir el almuerzo, Carter declaró que los tres se habían pronunciado por aceptar el veredicto de las urnas y rechazar cualquier interferencia de los militares en el proceso democrático. También anunció Carter, en nombre de los tres, que apelaban a sus seguidores para conservar la calma tras el cierre de los colegios electorales.Estas escenas de idílica armonía entre los aspirantes a la presidencia no disiparon la preocupación por el desenlace de las elecciones. Bajo cuerda se desarrollaba una lucha sucia, donde todo valía, que indicaba de forma palpable la nula disposición de los colorados a entregar el poder, en caso de un veredicto desfavorable de las urnas.

Desde el sábado cientos de paraguayos residentes en Argentina no pudieron volver a su patria y se vieron obligados a regresar en la frontera de su país o retenidos hasta que ya no podían votar. Una resolución de un juez, a petición del Partido Colorado, cerró las fronteras de Paraguay a los propios nacionales. A través de la emisora Radio Ñandutí los paraguayos impedidos entrar en su país daban rienda suelta a su desesperación e impotencia. "Esta medida muestra el miedo de los colorados, que están cagados hasta las patas", comentaba un locutor.

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