Yeltsin quiere que se elija nuevo Parlamento en otoño

El presidente ruso, Borís Yeltsin, declaró ayer a través de la televisión que el Parlamento, después de haber sido derrotado en el referéndum del 25 de abril, "debe derogar todas las decisiones tomadas anteriormente que obstaculizan las reformas y no aprobar nuevas resoluciones". Yeltsin dijo también que las elecciones para el nuevo Parlamento federal deben realizarse, a más tardar, en otoño."La gente comprendió e intuyó lo esencial: Rusia podrá marchar por el camino del resurgimiento sólo a través de las reformas, por muy duras que sean", dijo Yeltsin al llamar a los diputados a definirse: "O aceptan la elección del pueblo o, como antes, siguen rechazando la gestión del presidente y el Gobierno que los rusos apoyan", dijo.

"La voluntad del pueblo, la voluntad de la mayoría de los votantes es superior a la voluntad del Sóviet Supremo, del Congreso o de cualquier otro órgano o dirigente", añadió.

El hecho de que en 87 de las 90 circunscripciones electorales la mayoría de los votantes se pronunciara por las elecciones anticipadas de diputados constituye para Yeltsin una "gran derrota política de los órganos legislativos del Rusia".

El secretario de prensa del Tribunal Constitucional, Serguei Obujov, se apresuró a responder que la pretensión del presidente de convocar elecciones para un nuevo Parlamento federal es anticonstitucional. Obujov explicó, en declaraciones a la agencia Interfax, que los resultados del referéndum no permiten alterar el orden Constitucional.

Enemigos de la reforma

En su alocución, Yeltsin dijo que el plebiscito había constituido también una derrota para el vicepresidente de la república, Alexandr Rutskói, ya que éste, en vísperas de la consulta, se convirtió en "uno de los líderes de los enemigos de las refórmas"."He perdido la confianza en Rutskói y lo he liberado de todas las tareas que le había encomendado. La razón es sencilla: su cumplimiento se utiliza para lograr fines políticos personales, en detrimento del curso a las trasformaciones que aplican el presidente y el Gobierno", explicó Yeltsin.

El presidente confirmó indirectamente que habrá cambios en el Gobierno, al decir que "aquéllos que no están de acuerdo con nuestra política, deben irse para no obstaculizar el trabajo". Entre los dirigentes que serán destituidos se nombra a Gueorgui Jizhá, viceprimer ministro de ideas claramente conservadoras, y uno de los vicejefes del Gabinete. En este sentido, no se excluye el retorno del economista liberal Yegor Gaidar como responsable de las reformas.

La agencia rusa RIA anunció ayer que Yeltsin ha firmado la destitución del secretario del Consejo de Seguridad Yuri Skókov. El portavoz de prensa de la presidencia, interrogado por la agencia Efe, ni confirmó ni desmintió la noticia.